"Es una información totalmente falsa", afirmó el portavoz de la cancillería, Wang Wenbin.
La semana pasada, la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, advirtió, en una entrevista con el canal Fox News, que Pekín podría aprovechar el cambio de gobierno en Afganistán para fortalecer sus posiciones y, en particular, hacerse con el control de la base de Bagram.
La base aérea de Bagram, situada al norte de Kabul, en la provincia de Parwan, fue utilizada por las tropas soviéticas durante la guerra de 1979-1989 y sirvió de punto de entrada para decenas de miles de soldados estadounidenses y aliados que se desplegaron en Afganistán después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
A principios de julio pasado, los militares aliados traspasaron la base de Bagram a las Fuerzas de Defensa y Seguridad Nacional de Afganistán.
El 15 de agosto, la base quedó en manos de la milicia talibán (proscrita en Rusia por terrorista) que culminó su ofensiva contra las fuerzas gubernamentales con la entrada en Kabul.