"Una multitudinaria marcha de los familiares de las víctimas de (las localidades de) Senkata y Sacaba descendió por las calles paceñas y llegó hasta la Fiscalía de la Paz para exigir justicia", consignó el medio oficial.
Durante la movilización, los manifestantes realizaron una quema simbólica de tres muñecos que representaban a Áñez, al ex presidente Carlos Mesa y a la presidenta de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), Amparo Carvajal, informó ABI.
Al grito de ¡Justicia!, las víctimas y familiares caminaron con fotografías de sus seres queridos que fallecieron durante las intervenciones militares en esas localidades, que reprimieron las protestas sociales en contra del golpe de Estado contra el presidente Evo Morales (2006-2019).
Las masacres, como las tipificó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ocurrieron en los primeros días del Gobierno de Áñez, cuando tropas militares y policiales movilizadas por la gobernante reprimieron a bala manifestaciones de rechazo al golpe y de apoyo al depuesto presidente, dejando una veintena de muertos.
Al margen de juicios de responsabilidades en trámite por delitos de genocidio y otros, Áñez está en detención preventiva, bajo proceso penal ordinario, acusada de haber tomado el poder mediante un golpe de Estado.
Varias solicitudes de la expresidenta de que se anule el proceso por el que está detenida han sido rechazadas por la justicia, mientras que la defensa legal de Áñez ha anunciado que seguirá buscando el cambio de su detención preventiva por un arresto domiciliario.
Áñez está detenida desde marzo y su aparente debilitamiento físico y su supuesto intento de suicidio cometido hace diez días han llevado a sus allegados y ex aliados políticos, incluso obispos católicos, a reclamar por el respeto a los derechos básicos de la exgobernante.