"La parte griega valoró altamente la ayuda de los pilotos y los ingenieros rusos, así como las características del Be-200, especialmente su capacidad de funcionar en condiciones complicadas, por ejemplo en zonas montañosas y en medio de alta turbulencia. El avión realizó vuelos de unas 200 horas en total y efectuó más de 800 ciclos de toma y vertido de agua, arrojó más de 5.000 toneladas de agua sobre los focos de fuego", comunicó el director de cooperación internacional y política regional de Rostec, Víctor Kládov.
El avión anfibio ruso estuvo extinguiendo incendios en la isla de Quíos del mar Egeo y en las localidades de Varibobi y Vilia, situadas a 30 y 56 kilómetros de Atenas, respectivamente.
Rostec constató que el Be-200ChS fue el único avión que siguió extinguiendo incendios en los momentos más críticos, cuando otros aparatos no podían emprender vuelo debido a las altas temperatura, y ayudó a detener la propagación del fuego que estaba amenazando a Atenas.
Los medios griegos llamaron al Be-200 "Fiera Rusa" por sus descollantes propiedades.
"El Be-200ChS gasta menos tiempo en llegar al foco del incendio gracias a su alta velocidad y sus mayores alcance y relación empuje/peso, lo que le permite cumplir la toma y el vertido de agua en zonas montañosas inaccesibles para otros aviones cisterna", comentó Evgueni Yurásov, piloto probador de la empresa Bériev, que fabrica estos aparatos.
El Be-200 se usa desde 2003 para luchar contra los incendios tanto en Rusia como en el extranjero, cumplió misiones en Francia, Portugal, Italia, Grecia, Indonesia, Israel y Turquía.
En 2010 este avión anfibio recibió el certificado de la Agencia Europea para la Seguridad Aérea (EASA) y en años posteriores otros documentos habilitantes.