"Ahora está un poco más tranquila, ya está con un mejor ánimo, porque he podido acompañarla y verificar que se encuentra bien, que está atendida, tomando sus medicamentos", dijo a reporteros José Ribera, el hijo menor de la exgobernante.
Ribera hizo la declaración al día siguiente de que Áñez cometiera lo que sus allegados definieron sin dudas como intento de suicidio y que el Gobierno calificó como una "autolesión" tras la cual recibió atención médica en el penal de La Paz, donde espera juicio por el golpe que la llevó al poder en 2019.
Comunicó que pernoctó con su madre, del sábado al domingo, y confirmó que él y su hermana Carolina recibieron autorización de la Dirección de Régimen Penitenciario para acompañar a Áñez indefinidamente dentro de la cárcel hasta que la expresidenta se recupere plenamente.
Solidaridad
La representación en Bolivia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) constató que la expresidenta transitoria Jeanine Áñez se autolesionó y permanecía recluida en una cárcel de La Paz debilitada y con problemas emocionales.
"ONU Bolivia tuvo acceso inmediato e irrestricto al centro (penitenciario), pudiendo entrevistar a la Sra. Áñez de manera confidencial. Se constataron lesiones autoinfligidas que requirieron asistencia médica", dijo el organismo internacional en un comunicado por Twitter.
El documento fue emitido horas después de que una delegación del sistema de la ONU en el país, integrada por representantes de la Alto Comisionada para los Derechos Humanos (Acnudh) y ONU Mujeres, visitara a la exgobernante.
La confirmación de las lesiones surgió después de que allegados a Áñez dijeran que la expresidenta intentó quitarse la vida el sábado, en tanto que el Gobierno señaló que ella sufrió por mano propia lesiones que no revestían gravedad.
Según el comunicado de la ONU, Áñez recibió atención médica oficial y "refirió sentirse físicamente debilitada y profundamente afectada emocionalmente".
El organismo dijo que, si bien se han tomado medidas de respuesta al estado de Áñez, como permitir que uno de sus hijos pernocte con ella, las normas internacionales establecen que las autoridades penitenciarias "deben implementar estrategias integrales de atención y prevención de autolesión y suicidio".
El comunicado consideró además "un buen paso" la decisión de las autoridades de efectuar una evaluación psiquiátrica de Áñez, advirtiendo que tal estudio debe ser hecho con consentimiento previo y por profesionales idóneos e independientes.
En medio de un coro de solidaridad de la oposición derechista, tres expresidentes conservadores –Jaime Paz Zamora, Jorge Quiroga y Carlos Mesa– emitieron el fin de semana un comunicado conjunto pidiendo que Áñez sea sacada de la cárcel por razones humanitarias.
El sistema judicial, que ha rechazado varios recursos de libertad en favor de Áñez, debería adoptar "cualquier medida alternativa que le permita defenderse, resguardando su derecho a la salud, la vida y la integridad", añadieron los exmandatarios.
El director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, negó enfáticamente un maltrato a la expresidenta transitoria en el penal, asegurando en cambio, en conferencia de prensa, que "la salud de la privada de libertad Jeanine Áñez es totalmente estable".
Limpias no dio detalles de una evaluación psiquiátrica de la expresidenta, que se había anunciado el sábado, y refirió solo que una junta médica, en la que participó el galeno de Áñez, recomendó que la detenida tenga la asistencia permanente de un psicólogo y un dietista, lo cual estaba todavía en consideración.
La autoridad dijo que la autorización para que Áñez pernocte con uno de sus hijos era una medida de excepción que se sumaba a otras disposiciones con las cuales la expresidenta fue beneficiada y que la diferenciaban de las mujeres presas comunes.
Citó, entre esas medidas, la instalación de un sistema de vigilancia médica exclusivo para Áñez y la autorización de que su familia le lleve la alimentación diaria porque ella se negó a comer lo mismo que las demás reclusas.
Áñez debería cumplir detención preventiva al menos hasta febrero de 2022, mientras la Fiscalía completa la acusación para un juicio por el golpe de 2019, en el cual se autoproclamó presidenta transitoria, sin voto parlamentario, tras el derrocamiento de Evo Morales.