Será la Bienal con una mayor representatividad de artistas indígenas de todas las ediciones con datos disponibles, con nueve participantes de los pueblos originarios de diferentes parte del mundo (aproximadamente el 10% del total).
La exposición no tendrá un núcleo de arte indígena, para no reducir a los artistas a una mera etiqueta: "Sus obras estarán siempre en diálogo con otras obras, otros contextos y otras poéticas. No se trata sólo dar visibilidad o abrir espacio sino también entender toda la complejidad de su producción", dice Visconti.
De entre esos artistas, el curador italiano destaca el trabajo de Jaider Esbell, indígena brasileño de la etnia Makuki que además de pintor es escritor, pensador y un importante articulador de toda la escena indígena contemporánea.
Además de la destacada presencia indígena, la Bienal tendrá artistas de todos los continentes, una representación paritaria entre hombres y mujeres y un 4% de artistas que se identifican como no-binarios.
El lema de la Bienal de este año es Faz escuro mas eu canto (Está oscuro pero yo canto), un verso del poeta amazonense Thiago de Mello. La frase reivindica la posibilidad de "cantar" (entendida como cualquier expresión cultural) en tiempos difíciles, ya antes de la pandemia.
Y es que los continuos ataques del Gobierno de Jair Bolsonaro y su entorno a las artes, la cultura y la libertad creativa en general no pasaron desapercibidos para la organización de la Bienal, que sin querer entrar al trapo en polémicas institucionales apuesta por estrechar lazos en momentos difíciles.
Gran red
"La idea de crear una gran de red de colaboración con otras instituciones de la ciudad también tiene que ver con eso, hay una conciencia muy fuerte de que la cultura está amenazada; en este momento es importante que los agentes de este sistema se unan", afirmó. Los principales centros de arte y museos de la ciudad tendrán de una forma u otra una programación vinculada a la Bienal.
Otro de los desafíos de esta Bienal es la pandemia. Después de muchas incertidumbre sobre si habría o no edición física, finalmente el arte se podrá apreciar de cerca, aunque Visconti asume que el número de visitantes es "difícil de prever". En línea con las recomendaciones sanitarias el espacio expositivo será más diáfano que nunca, para que corra el aire.
La Bienal de Sao Paulo se celebrará del 4 de septiembre al 10 de diciembre en su recinto habitual, el elegante pabellón blanco que diseñó Oscar Niemeyer. Cumple este año 70 años, y la efeméride se recordará con varios proyectos especiales, como un podcasts, una publicación y un cortometraje con participación de los artistas que formaron parte de su historia.