El presidente de EEUU, Joe Biden, calificó como correcta la decisión sobre la salida de sus tropas de Afganistán, señalando, al mismo tiempo, que la situación en el país se desarrolló más vertiginosamente de lo que se esperaba. El Pentágono, a su vez, declaró que EEUU podría lanzar un ataque aéreo contra Afganistán si lo cree necesario.
"EEUU no ha logrado formar en 20 años un régimen proestadounidense estable en Afganistán. Por eso ahora con la retirada de las tropas persigue el objetivo de aumentar la tensión cerca de las fronteras de Rusia", señaló Klímov.
La apresurada salida de los militares estadounidenses de Afganistán y el caos que eso provocó en el país muestran que hay diferencia entre las películas de acción de Hollywood y la realidad, dijo.
Según el legislador, si EEUU decide bombardear el territorio afgano "es poco probable que se preocupe de buscar pretextos para ello".
Cae el apoyo de estadounidenses a la retirada
La proporción de los estadounidenses que están de acuerdo con la decisión del Gobierno de retirar las fuerzas de Afganistán cayó en 20 puntos porcentuales después de que los insurgentes fundamentalistas tomaran el control del país, según los resultados de un sondeo realizado por el diario Politico en colaboración con la empresa Morning Consult.
La encuesta, realizada entre el 13 y el 16 de agosto y que abarcó a 1.999 ciudadanos con voto, mostró que el 49% de los estadounidenses continúa apoyando el repliegue de Afganistán, mientras que en abril pasado –cuando la Casa Blanca concretó los planes de retirar a los militares norteamericanos del país surasiático– el mismo índice se situó en 69%.
El 25% de los norteamericanos con voto considera que la retirada de Afganistán "va bien".
Preguntados si creen que EEUU debería salir de Afganistán pese a que la ausencia de sus fuerzas militares podría crear oportunidades para los grupos terroristas, como Al Qaeda (proscrito en Rusia), para realizar sus operaciones, el 35% de los participantes del estudio respondió afirmativamente, y el 48% se expresó en contra.
La situación se agravó en Afganistán durante las últimas semanas, a causa de la ofensiva lanzada por el movimiento talibán* (calificado de terrorista y proscrito en Rusia) contra las ciudades grandes del país. El 15 de agosto trascendió que los insurgentes estaban controlando los pasos fronterizos y más tarde llegó la información de que entraron en Kabul y tomaron el palacio presidencial.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, abandonó el país "para prevenir una masacre", según su declaración.
El portavoz de la oficina política del Talibán, Mohammad Naim, anunció en la noche del domingo, 15 de agosto, al lunes que la guerra en Afganistán ha terminado.