"Las principales actividades fúnebres se desarrollaron cerca de Vidiáevo, donde comenzó la última travesía del Kursk, y al lado del fragmento de su caseta que está en el recinto de la iglesia de San Salvador sobre las Aguas en Múrmansk", comunicó.
En el mitin, celebrado al pie del conjunto conmemorativo A los Marineros Fallecidos en el Océano, participaron el comandante de la Flota del Norte, el almirante Alexandr Moiséev, Héroe de Rusia; el gobernador de la provincia de Múrmansk (península de Kola), Andréi Chibis; el presidente de la Asamblea Legislativa de esta provincia, Serguéi Dubovói; los militares de una guarnición local y los habitantes de Vidiáevo.
También asistió el padre de un marinero del Kursk, Alexéi Korkin, cuyo nombre, junto con los de sus compañeros, está escrito con letras de oro en las estelas del conjunto conmemorativo.
Mítines fúnebres se celebraron en Múrmansk, Severomorsk, Poliárnoe, Severodvinsk, Gadzhíevo, Vidiáevo y Zaosiorsk, donde se encuentran las bases de la Flota del Norte. A las 11.28, hora en que se produjo la explosión en el Kursk, las banderas se pusieron a media asta y se guardó un minuto de silencio.
En la mañana de este jueves, 12 de agosto, las iglesias locales celebraron misas de réquiem por los submarinistas perecidos. Siguiendo una tradición, se vertieron flores y coronas florales al agua que baña el amarradero, desde donde el Kursk emprendió su última travesía.
El submarino nuclear K-141 Kursk, al mando del capitán de navío Guennadi Liachin, se hundió el 12 de agosto de 2000 en el mar de Barents, en una zona de 108 metros de profundidad, durante unas maniobras de la Flota Rusa del Norte.
La tragedia costó la vida a los 118 tripulantes y se convirtió en el día más negro para la Armada de Rusia.
El almirante Moiseev, al intervenir en el mitin, entre otras cosas afirmó que "de la catástrofe del Kursk se sacaron conclusiones correctas, que permitieron desarrollar esfuerzos para prevenir tales desastres en lo venidero".