"El régimen está cayendo y la victoria del pueblo bielorruso es inevitable, es solo una cuestión de tiempo", recoge la declaración conjunta del líder del grupo, Manfred Weber; la vicepresidenta, Sandra Kalniete, y el presidente de la delegación interparlamentaria, Andrius Kubilius.
Según la nota, el Grupo PPE ha estado a la vanguardia de los esfuerzos políticos para ayudar a la oposición democrática bielorrusa, y no parará hasta que la democracia sea restaurada en el país.
De esta manera, afirmaron los autores, la "UE debe prepararse para el triunfo de la revolución democrática".
El texto indica además que el Grupo PPE aplaude el plan de la Comisión Europea de asignar 3.000 millones de euros a Bielorrusia en caso de transición, pero el país también requiere apoyo técnico en la realización de reformas y paciencia por parte de la comunidad internacional.
A la vez, los diputados subrayaron la importancia de trabajar con la juventud bielorrusa, en particular, abogaron por darle la oportunidad de ingresar a las universidades de la UE ya que son "el futuro de la Bielorrusia democrática".
Moscú seguirá apoyando a Minsk
Por su parte, Nikolái Lajonin, portavoz adjunto del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, declaró a Sputnik que Rusia seguirá apoyando a Bielorrusia ante la presión que ejercen sobre ella los países de Occidente.
Al comentar el aniversario de las presidenciales en Bielorrusia, Lajonin afirmó que hoy en día el gobierno bielorruso "sigue experimentando una fuerte presión política y de sanciones de Occidente".
"Rusia continuará brindando a la fraterna Bielorrusia y a su pueblo la asistencia necesaria para resistir la presión occidental y defender la soberanía", declaró.
Agregó que Moscú condena enérgicamente "cualquier intento de injerencia directa e indirecta en los procesos políticos internos de Bielorrusia" al calificar de "ilegales" todas las sanciones unilaterales que se imponen sin pasar por el Consejo de Seguridad de la ONU.
"Consideramos que solo el propio pueblo bielorruso tiene derecho a determinar de forma independiente el futuro de su país a base de la legislación nacional actual", puntualizó.
Subrayó que "las autoridades bielorrusas están tomando medidas activas para consolidar la sociedad y modernizar la estructura política del país".
"Consideramos que solo el propio pueblo bielorruso tiene derecho a determinar de forma independiente el futuro de su país a base de la legislación nacional actual", puntualizó.
Subrayó que "las autoridades bielorrusas están tomando medidas activas para consolidar la sociedad y modernizar la estructura política del país".
2 de abril 2021, 09:00 GMT
Las elecciones presidenciales del 9 de agosto de 2020 en Bielorrusia, que otorgaron un nuevo mandato a Alexandr Lukashenko, dieron origen a varios meses de protestas.
Lukashenko, en el poder desde 1994, obtuvo el 80,1% de los sufragios, según el escrutinio oficial, frente al 10,1% de la candidata opositora Svetlana Tijanóvskaya, actualmente exiliada en Lituania.
La oposición bielorrusa denunció un fraude masivo y exigió repetir los comicios, opción que Lukashenko descartó.
Varios países, entre ellos Estados Unidos, miembros de la UE, el Reino Unido y Ucrania, no reconocieron esos comicios. En cambio Rusia, China, varias naciones del espacio postsoviético, Cuba, Venezuela, Nicaragua y Turquía, entre otros, dieron por válidos los resultados de la votación.