El mito fundacional de México—Tenochtitlán, en el corazón del actual territorio mexicano, fue adoptado como insignia del país, impreso en su bandera y en su moneda: el águila devorando una serpiente parada sobre una planta de nopal.
El documental México: réplica del orden del Universo y centro de la cuenta lunar resume de manera didáctica cuestiones complejas de observación astronómica y cálculo matemático, que fueron sistematizados como parte del aporte al conocimiento de al menos tres pueblos prehispánicos anteriores, conocimiento que fue heredado y resignificado por los tenochkas fundadores.
"El águila es el sol, desciende verticalmente en su paso Zenital dos veces al año, el 15 de marzo y el 26 de julio, día de la fundación de Tenochtitlán. Entre un día y otro pasan 73 días, cifra que representa la quinta parte de nuestra órbita solar de la tierra y la octava parte de la órbita sinódica de Venus", explicó a Sputnik Everardo Lara, uno de los promotores del documental e investigador de la matemática prehispánica.
Lara comentó que este documental tiene un propósito educativo, para que los niños mexicanos conozcan "que son herederos de un pueblo que buscó el perfeccionamiento del orden a través de la matemática" y que la plasmó en la fundación de su ciudad mítica.
En ese sentido, buscan que el compromiso gubernamental con esta tradición haga que la matemática náhuatl se incluya en los niveles básicos de enseñanza pública en México, "que se motive a los niños a seguir estudiando matemática, pero no solo las occidentales, sino nuestra matemática que le aporta un sentido humanista a su formación", señaló la fuente.
En el mismo sentido, el próximo 13 de agosto se celebrará el primer corte de la cuenta ceremonial del maíz, cuyo calendario pauta el ritmo comunitario de buena parte de los pueblos rurales mexicanos. Cerca de 1.000 danzantes acudirán al Zócalo a recibir a la planta, que será traído por pueblos originarios de Xochimilco y el vecino estado de Morelos.
Matemática náhuatl
Lara explicó que así como los niños aprenden a reconocer símbolos matemáticos mesopotámicos, egipcios, chinos, romanos y –lógicamente– los árabes de uso común, (tal vez algunos pocos conozcan los símbolos mayas) los náhuatl también deberían ser difundidos, aunque ahora no lo son.
"Los símbolos matemáticos náhuatl son un bandera, una pluma y una bolsa; prevalecen en todos los pueblos indígenas del Continente, que mantienen sus banderas rectangulares, la pluma de águila en el norte de América, de quetzal en el Centro y de cóndor en el sur; y la bolsa, que carga semillas de maíz, copal y cacao. Los tres son símbolos de esa búsqueda de estar en orden con la naturaleza y el Universo", explicó.
Por medio de la observación astronómica y del mundo natural, incluyendo en su tradición el conocimiento de las culturas mesoamericanas previas, la fundación de Tenochtitlán representó una manifestación de esa búsqueda por replicar la comprensión que se tenía del orden universal, que emparenta al ser humano con el resto de lo que existe.
23 de junio 2020, 01:26 GMT
"Lo que estamos pidiendo es que nuestra juventud conozca esta matemática y esta forma de analizar, razonar e interpretar la realidad, que se construyó en una tradición de pensamiento de 3.000 años olmeca, tolteca, maya y náhuatl", apuntó.
Calendario sagrado del maíz
Al caer la tarde del próximo 12 de agosto, en la explanada alta de la alcaldía de Xochimilco, al sur de la Ciudad de México, comenzará la velación del primer maíz chinampero que fue cortado en la temporada, para ser llevado al día siguiente al centro de la capital, "evocando el recuerdo de los 500 años de invasión española".
La cuenta ceremonial del maíz es otra forma de la matemática originaria que tiene un costado sutil, organizador de la vida, en comunión con el orden universal.
"La cuenta del maíz es de 13 veintenas, en agosto es el primer corte y le haremos su ceremonia en Tenochtitlan", señaló Lara, quien también participará como danzante.
Everardo también habló que parte de los movimientos de la danza imitan este momento del corte, cuando la caña de maíz pesada con las mazorcas se dobla con el viento. Con esa reverencia, se agradece a la tierra la fertilidad recibida.
"Nos inclinamos para agradecer a la tierra que tengamos nuestro alimento físico, mental y espiritual. Y esta vez vamos a agradecer también que a 500 años todavía existe algo de Tenochtitlan, en su matemática, en su sabiduría y que hay que tratar de seguirlo manteniendo", concluyó.