Los cuarks son partes de hadrones, partículas subatómicas que interactúan fuertemente.
En el modelo de cuarks convencional, los hadrones son formados por una pareja de cuark-anticuark o de tres cuarks, mientras que las demás combinaciones son consideradas exóticas.
Los tetracuarks, compuestos de dos cuarks y dos anticuarks, son muy raros, pues hasta el momento han sido encontradas solo 20 combinaciones de esa especie.
Según los investigadores, el tetracuark que se ha descubierto es el único que existe porque tiene dos cuarks encantados (las partículas que contienen cuarks encantados son más pesadas y viven poco) mientras que los demás conocidos hasta ahora tenían solo un cuark encantado y un anticuark encantado.
Otro motivo por el que destaca el nuevo tetracuark es su longevidad, su vida es de entre 10 y 500 veces más larga que la de las mismas partículas con la misma masa.
"El hecho de que la naturaleza nos haya hecho ese regalo demuestra que todavía no entendemos lo suficiente la fuerte interacción, entendemos bien cómo funciona esa interacción a distancias cortas, mucho más cortas que el tamaño de un núcleo pero cuando las partículas interactúan a unas distancias equivalentes o superiores al tamaño de un núcleo, entonces se producen unos efectos complejos", dijo el físico Iván Beliáev, participante de la cooperación internacional que busca nuevas partículas con el detector LHCb.
El LHCb es un detector de partículas instalado en el Gran Colisionador de Hadrones.