Yves Bertossa, fiscal que investiga los movimientos de dinero de Juan Carlos en Suiza, ha desvelado otra cuenta a su cargo en el país alpino. El rey emérito usó un número del Credit Suisse de Ginebra para realizar transacciones con la Fundación Zagatka, donde escondía sus activos hasta 2015. Este depósito estaba abierto a nombre la empresa offshore panameña Lactuva S.A., cuyos beneficiarios no eran particulares sino testaferros profesionales, según ha publicado el diario El Confidencial, que ha tenido acceso a documentos judiciales.
Se trata de otro escándalo financiero del monarca, actualmente fuera del país, y se corresponde con uno de los originales: el bufete ABA Legal Bureau también se encargó de constituir Lucum Foundation, la sociedad mercantil que utilizó el rey emérito para cobrar 100 millones de dólares presuntamente donados por Arabia Saudi.
Uno de los responsables de Lactuva S.A., Harmodio Tejeira, está relacionado con más de 2.800 firmas instrumentales. Las sospechas, no obstante, apuntan a que detrás está algún familiar del rey emérito. De hecho, Álvaro de Orleans, primo de Juan Carlos I y el supuesto administrador de Zagatka ha asegurado que desconoce quién está detrás de esta entidad panameña. Incluso cuando su fundación le efectuó tres transferencias de dinero a lo largo de 2008 con un total de unos 85.000 euros.
Hay que recordar que, en diciembre de 2020, el rey emérito abonó a la hacienda pública española 678.393,72 euros por el uso de tarjetas bancarias con fondos opacos gestionados por el empresario mexicano Allen Sanginés-Krause, actualmente investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo, y en febrero de 2021 depositó 4.395.901,96 euros para regularizar los gastos de vuelos y viajes privados pagados mediante transferencias de la Fundación Zagatka y que ascendían a más de ocho millones de euros.