"Declárase el "Estado de Emergencia Hídrica" por el término de 180 días corridos en aquellos sectores del territorio abarcado por la región de la cuenca del río Paraná", señala el decreto publicado en el Boletín Oficial.
La bajante extraordinaria del río Paraná, que atañe también a los ríos Paraguay e Iguazú, incidió en "el abastecimiento del agua potable, la navegación y las operaciones de puerto, la generación de energía hidroeléctrica y las actividades económicas vinculadas a la explotación de la cuenca hídrica", señaló el Gobierno argentino.
El Ministerio de Desarrollo Productivo y el de Trabajo, junto con el Banco de la Nación Argentina, deberán adoptar las medidas necesarias para preservar la continuidad de la actividad productiva y de los empleos en esas regiones.
El Ministerio de Obras Públicas, en paralelo, fue facultado para realizar las obras pertinentes que logren mitigar los efectos de la emergencia.
El Instituto Nacional del Agua (INA), en tanto, ofrecerá asesoramiento para ayudar en los servicios técnicos que se implementen durante este período.
30 de junio 2021, 20:15 GMT
La actual bajante histórica debido al déficit de precipitaciones en las cuencas brasileñas del Paraná, del Paraguay y del Iguazú cuenca del río Paraná es "la más importante" en Argentina "en los últimos 77 años", admitió el Ejecutivo que preside Alberto Fernández.
"La extraordinaria magnitud de los acontecimientos requiere que todas las áreas del Gobierno Nacional aúnen esfuerzos para mitigar este fenómeno hidrológico en las zonas alcanzadas por la afectación", agrega el documento.
Al decretar el estado de emergencia, el Gobierno recordó la Ley 27.287 que creó el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil, para coordinar el trabajo de todas las áreas de los Ejecutivos nacionales y provinciales.
Al decretar el estado de emergencia, la actual gestión también involucró al Ministerio del Interior para que coordine el trabajo de las provincias afectadas.
El decreto entrará en vigor desde este martes.
Habría que retroceder hasta 1944 para encontrar valores semejantes a los que hoy afronta el Río Paraná, según contó a Sputnik el presidente del INA, Juan Carlos Bertoni.
Son varias las consecuencias económicas y ambientales que traen aparejada esta bajante histórica que afecta la cuenca del Paraná, según Bertoni, quien mencionó desde problemas de abastecimiento de agua y de generación de energía eléctrica hasta una reducida navegación fluvial y una afectación del ecosistema que rodea esta región.