Un alto cargo de la Administración estadounidense dijo la víspera a los periodistas que un numeroso grupo de aliados y socios de EEUU, incluidos la Unión Europea, el Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda, el Japón y la OTAN, se une a Estados Unidos "en el desenmascaramiento y las críticas a los malintencionados ciberataques que organiza el Ministerio de Seguridad Nacional de China".
Según ese funcionario, los países del mundo entero dan a entender que se sienten unidos en la intención de "exigir responsabilidad por tal proceder, de promover la protección de los redes y la ciberseguridad y de actuar con el fin de eliminar las amenazas para la economía y la seguridad".
En respuesta, Zhao Lijian afirmó que "EEUU y sus aliados lanzan acusaciones infundadas a China en materia de ciberseguirdad, presentando lo negro como blanco, denigran y presionan a China, persiguiendo fines políticos".
"China se pronuncia decididamente contra cualesquiera ciberataques, tampoco estimula a los hackeadores (...). En realidad EEUU actúa como la fuente del mayor número de ciberataques del mundo", subrayó.
Al alegar diversos datos de la parte china, el diplomático denunció numerosos hechos de hackeo estadounidense dirigido a minar la seguridad nacional de China, además afirmó que EEUU lanza tales ataques también contra sus aliados.
"Quiero subrayar que un reducido grupo de Estados no puede representar a la comunidad internacional, denigrando a otros es imposible justificarse a sí mismos. Pekín vuelve a instar a EEUU y a sus aliados a que dejen de lanzar ciberataques contra China y de echarle lodo en esta materia. China tomará las medidas adecuadas para garantizar su ciberseguridad y proteger sus intereses", declaró.
China rechazó en más de una ocasión las acusaciones de ciberataques, llamando a la comunidad internacional a afrontar juntos las acciones de EEUU que ponen en peligro la ciberseguridad global y violan las normas internacionales.