Del 11 al 13 de julio los usuarios de Internet cubanos no podían acceder a las redes sociales de Facebook, WhatsApp e Instagram, entre otros servicios, debido al cierre del acceso.
"Fue complicado estar incomunicados, no sabíamos de nuestros familiares, ni estábamos actualizados de lo que estaba sucediendo en los lugares de las protestas", comentó a Sputnik un joven estudiante universitario que prefirió el anonimato.
Otro usuario de las redes, Aliet Arzola Lima, publicó en Facebook un mensaje dirigido a las autoridades, quejándose por no poder acceder a lugares de ventas digitales donde consigue alimentos para su pequeño hijo enfermo.
"El punto aquí es que yo sí compro malangas y arroz y yogurt y todo lo que se pierda por Whatsapp, a precios desordenados, porque hay que comer. Pero hoy no me importa ni el arroz, ni el yogurt, ni el puerco, hoy me importa la malanga", escribió el internauta.
Cuestionado sobre el corte del acceso a Internet, el canciller Bruno Rodríguez Parrilla explicó que la falta del servicio estaba asociado a las insuficiencias económicas que sufre el país.
En conferencia de prensa, el ministro de Relaciones Exteriores insistió y ofreció pruebas a la prensa de las campañas subversivas y desestabilizadoras contra Cuba que hay en marcha, orquestadas desde las redes sociales y desde compañías financiadas por el Gobierno de EEUU.