Rani nació en una granja en Charigram, a pocos kilómetros de Dacca, la capital del país.
Si bien las otras vacas de la granja son varias veces más grandes, Rani mide unos escasos 51 centímetros. El animal pesa 28 kilogramos, mientras que las vacas adultas suelen pesar más de 700 kilos.
Se cree que el tamaño de Rani probablemente se deba al hecho de que es un producto de la endogamia. Es decir, ella nació del apareamiento de animales estrechamente relacionados genéticamente.
El dueño de Rani, Hasan Howladar, se puso en contacto con el Libro Guinness de los Récords pues cree que la suya es la vaca más pequeña del mundo. Los representantes de la organización deben visitar la granja en los próximos días para medir al animal.
De momento, el récord de la vaca más pequeña de nuestro planeta pertenece a Manikyam, un animal del país vecino, la India, que mide 61,1 centímetros.
Con poco menos de dos años, Rani tiene dificultades para desplazarse, por lo que a menudo es cargada por su dueño. El animal, además, tiene miedo a las otras vacas en la granja donde vive, por lo que se la mantiene separada del resto del rebaño.
Rani no come mucho. Según su dueño, "ella solo come una pequeña cantidad de salvado y paja dos veces al día".
El animal fue adquirido por Howladar el año pasado en el noroeste de Bangladés. Con solo unos pocos días para el festival islámico de Eid al-Adha, surgieron rumores de que Rani sería vendida para el sacrificio, algo que fue desmentido por las autoridades agrícolas locales.