"Uno de los implicados es compareciente ante la Jurisdicción Especial de Paz (JEP)", dijo Navarro en una rueda de prensa conjunta con el general Eduardo Enrique Zapateiro, comandante del Ejército, y con el director de la Policía Nacional, el general Jorge Luis Vargas.
Aunque ninguno de los oficiales precisó cuál de los detenidos fue el compareciente, medios locales indican que se trata de Francisco Eladio Uribe, quien fue investigado y luego absuelto por la JEP por ejecuciones extrajudiciales en las que participó en el departamento de Antioquia (noroeste) en los años 2007 y 2008.
Las ejecuciones de civiles perpetradas por el Ejército y presentadas como resultado de combates, conocidas en Colombia como falsos positivos, se presentaron desde finales de los años 80 en el país, pero en el periodo comprendido entre 2002 y 2008 se registró el 78% del total de víctimas.
La propia JEP reveló en febrero pasado que los casos de falsos positivos en el país suman 6.402 y no 2.000, como se creyó inicialmente.
Mediante esa práctica los militares buscaban prebendas y ascensos, por lo que asesinaron a miles de jóvenes civiles en varias regiones del país, a quienes hicieron pasar como guerrilleros caídos en combate.
Las autoridades de Haití informaron que 26 colombianos y dos haitianos estarían detrás del asesinato de Moise, quien recibió 12 impactos de bala luego de que un comando ingresó a su vivienda a la 01:00 hora local (05:00 GMT) del 7 de julio.
En los hechos la esposa del mandatario, Martine Moise, resultó herida y fue trasladada a un hospital en Miami (EEUU, sureste).
Por su parte, las autoridades colombianas dieron cuenta el 9 de julio, en la rueda de prensa, de que 15 mercenarios, todos connacionales y retirados del Ejército Nacional, fueron detenidos en Haití y que en una operación militar murieron otros dos.
Colombia colabora con Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal) y con las autoridades de Haití para buscar esclarecer el crimen y dar con los autores intelectuales del homicidio.