El funcionario resaltó como elementos de un posible aumento de fricciones el que Israel haya endurecido las medidas del tránsito de bienes en el cruce Kerem Shalom, entre Gaza e Israel, desde la guerra de 11 días del pasado mes de mayo. Ahora solo se permite la entrada de ayuda humanitaria, de productos esenciales como alimentos, medicinas y combustible, y se prohibieron casi todas las exportaciones.
Además, el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, ha liderado una política que condiciona la rehabilitación de la franja al regreso de dos civiles israelíes y los cuerpos de dos soldados caídos que están siendo retenidos por Hamás.
La posición "envalentonada" de Hamás desde la guerra, según analistas, que su líder, Yahya Sinwar, ha calificado como una victoria sobre Israel, mientras que el apoyo público al movimiento rival Al-Fatah dirigido por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, sigue cayendo en picado, es otro aspecto que según el funcionario no está favoreciendo la paz.
De acuerdo con el funcionario, las dos realidades en competencia (un Israel endurecido y un Hamás vigorizado) no presagian nada bueno en las negociaciones mediadas por Egipto que comenzaron el mes pasado en El Cairo.

18 de junio 2021, 12:47 GMT
No obstante, otras voces familiarizadas con las negociaciones señalan que tanto Israel como Hamás "podrían no estar tan interesados en otra ronda de violencia como lo están dejando ver", indicó la radio nacional.
La fuente argumentó que, si bien el primer ministro israelí, Naftali Bennett, busca demostrar su dureza con el movimiento islamista gobernante en Gaza, también está interesado en estabilizar su incipiente coalición políticamente diversa, que tal vez no pueda manejar otra ronda de violencia tan pronto después de su formación.