"Ya estamos en casa, estamos bien", dijo Nikolaevskaya a Sputnik.
A finales de mayo la ciudadana rusa comunicó a Sputnik que había pedido ayuda a la defensora del menor de Rusia, Ana Kuzhetsova.
La rusa Nikolaevskaya llegó a Argentina con su expareja, el padre de la niña, hace casi dos años. El hombre se negaba a firmar la autorización necesaria para sacar a su hija del país.
El cónsul general de Rusia en Argentina, Georgui Polin, explicó antes a Sputnik que la familia tuvo la posibilidad de salir de Argentina el año pasado, cuando se organizaron los vuelos para los rusos que quedaron atrapados en América Latina por la pandemia, pero el hombre se negó. Nikolaevskaya aseguró que no se enteró que tenía esa posibilidad.
Finalmente el padre de la menor aceptó emitir la autorización necesaria para que la menor viajara a Rusia con su progenitora, y Nikolaevskaya con su hija pudieron subir a un avión rumbo a su país de origen.
Polin reveló que la Embajada de Rusia en Argentina, que siguió el caso, no solo ayudó a la ciudadana rusa a hacer los trámites necesarios, sino además pagó los servicios del notario, el test PCR que pedía la aerolínea, así como acompañó a la madre junto con su hija durante los controles de aduana y de pasaporte.