"En una escala de uno al siete, donde uno es nada de confianza y siete mucha confianza, un 53% de las personas le dio nota entre cinco y siete a la Convención Constituyente, convirtiéndose en la institución más confiable del país", señaló Cadem a través de su informe semanal Plaza Pública.
La asamblea superó a los medios de comunicación tradicionales (38% de notas entre cinco y siete) y a las redes sociales (36%).
Además, un 66% de los encuestados considera que el principal tema que debe abordar la instancia son los derechos sociales, un 40% respondió que deben ejecutar una reforma al sistema de pensiones y un 25% estuvo de acuerdo con que la Convención garantice el derecho al agua.
Sin embargo, un 61% de la ciudadanía señaló que la asamblea no podrá terminar su tarea en el plazo establecido de nueve meses (con posibilidad de prórroga a 12 meses), una problemática que ya están manifestando algunos constituyentes.
El 4 de julio se realizó la primera sesión de la Convención Constituyente, con la participación de sus 155 miembros, donde se eligió como presidenta a la líder mapuche Elisa Loncon y como vicepresidente al abogado constitucionalista Jaime Bassa.
El proceso constituyente se originó con el plebiscito ciudadano de 2020, que a su vez fue fruto de las protestas ciudadanas nacidas en octubre de 2019 enmarcadas en el movimiento denominado "estallido social".
La asamblea está compuesta por 155 miembros electos por la ciudadanía, 78 hombres y 77 mujeres, y 17 son representantes de los diez pueblos originarios del país.
Luego de nueve meses de sesión, los constituyentes presentarán el texto redactado ante la ciudadanía y se realizará un plebiscito nacional para determinar si los chilenos desean adoptar la nueva Constitución o seguir rigiéndose por la actual, redactada en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).