Aunque la Ciudad de México venía viviendo una ola de desalojos arbitrarios durante los últimos años, en las que se habían expulsado a sus habitantes originarios de las zonas centrales, durante las restricciones de la pandemia se registró un descenso de los mismos, salvo casos puntuales que fueron respaldados por grandes capitales, como fue el caso de Puebla 261, promovido por Banca Mifel, y el de Nápoles 35, a cargo del fondo de inversión norteamericano Black Rock, a fines de 2020.
Desalojos en Ciudad de México
© Sputnik / Eliana Gilet
La vía judicial que permite la ejecución de un desalojo en México es básicamente una: las controversias de arrendamiento. En ellas, el dueño de un edificio reclama ante la Justicia que quien renta no ha pagado el monto establecido en el contrato.
Hay dos elementos importantes en este proceso a ser tenidos en cuenta antes de entrar al detalle de los casos ocurridos durante el mes de junio de 2021:
Por un lado, las controversias de arrendamiento se entablan contra la persona que no ha pagado la renta, por lo que los pleitos ante la Justicia se establecen caso a caso, o departamento a departamento. Es así que el desalojo de un edificio completo requeriría la actuación de tantos juzgados y actuarios judiciales como departamentos tenga un edificio, algo que no sucedió en ninguno de los reportes.
Por otro lado, para que exista una controversia de arrendamiento legalmente establecida, tiene que haber un contrato firmado por ambas partes que haya sido incumplido. La regularidad que Sputnik ha encontrado reporteando estos procesos es que las demandas se hacen a nombre de personas extrañas y no contra los habitantes de los edificios, lo que impide su defensa.
Según cifras oficiales, entre 2016 y 2020 se realizaron aproximadamente 3.000 desalojos por año en la capital mexicana.
Revolución 70
Alrededor de las diez de la mañana del miércoles 16 de junio, un grupo de entre 150 y 200 personas se aglomeraron ante la puerta de entrada del edificio ubicado sobre la Avenida Revolución número 70, en la colonia Escandón, alcaldía Miguel Hidalgo. Eran tantas las personas que cortaron la circulación de la Avenida, una vía rápida hacia el sur de la ciudad.
"Escuchamos cómo estaban golpeando la puerta muy fuerte y me asusté. Me asomé por la ventana de este lado y vi a la gente que estaba parada en la esquina. Cuando lograron romper la puerta y entrar, subieron y también rompieron la puerta del departamento donde yo estaba", dijo a Sputnik Ariel Melgar, una de las vecinas que fue afectada por el desalojo arbitrario.
Es importante señalar que este grupo estaba compuesto por personas de civil, no por policías. Y que aunque los vecinos trataron de denunciar el allanamiento de su casa por la fuerza, sin que les hubiesen notificado del hecho previamente como pauta la ley, no recibieron la ayuda pública.
Ella estaba con su hermana y tres niños menores de diez años: sus dos hijos y su sobrina. "Nos encerramos en el cuarto porque no sabíamos qué estaba pasando. A nosotros no nos dijeron nada, ni siquiera sabíamos que había un pleito, nosotros pagábamos renta y nos desalojaron a punta de marrazos", explicó.
Cuando escuchó que los hombres estaban dentro de su casa y pateaban la puerta de la habitación donde estaba con su familia, la vecina salió del cuarto y los vio: eran unos ocho hombres grandes, vestidos de negro, con la cara cubierta.
"No eran policías, eran gente que mandan para hacer uso de la fuerza. Les empecé a gritar que tuvieran calma, que tenía niños y los estaban asustando, que nos íbamos a salir si era necesario, pero que no hicieran eso", relató la fuente.
Junto a ellos llegó un licenciado, quien se presentó como un actuario judicial y que intervino en el pleito indicando a los hombres de negro que ese no era el departamento que venía a desalojar. Le mostró a Melgar la orden que traía consigo y ella le tomó una fotografía.
En la misma, a la que accedió Sputnik, puede leerse que la orden de desalojo está fechada el 10 de noviembre de 2018 (dos años y medio atrás) y firmada por la jueza Raquel Margarita García Inclán, titular del Juzgado Civil número 34.
En la primera hoja del documento se señala que el desalojo se marca únicamente para el departamento número 2 del edificio. Sin embargo, los cinco departamentos y la pieza de la azotea que también estaba ocupada, fueron todos desalojados con esa misma orden, sin que para ellos exista mandato judicial.
Desalojos en Ciudad de México
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"Este hombre fue más sensato que los demás y se puso en la puerta de mi departamento para impedir que pasaran. Pero de un momento a otro me dijo 'recoge tus cosas de valor porque van a entrar'. Le pedí que me diera una hora para buscar un camión para llevarme mis cosas, pero se metieron", relató la vecina desalojada arbitrariamente, sin que hubiese una orden de desalojo sobre su casa.
Explicó que los cargadores robaron parte de la joyería de plata que su hermana vende para su sustento, un teléfono celular de sus hijos y su cartera con sus documentos, la cual encontró botada en la calle, mezclada entre las pertenencias suyas y del resto de los seis departamentos desalojados.
Otro de los vecinos, Enrique, explicó a Sputnik que él ha vivido en ese edificio por 35 años y nunca ha sido demandado judicialmente para que deje la propiedad. Explicó que la dueña era una mujer alemana sin descendencia en México, que vivía en una casa aledaña al edificio, que tiene entrada por el número 20 de la calle Antonio Maceo.
Sus padres llegaron al edificio en 1976 y su madre trabajó como casera del mismo hasta que murió, en el año 2008. Explicó a Sputnik que un hombre ya fallecido que fungía como administrador, llamado Pedro Medina García, se ostentó como dueño sin serlo. Al fallecer Medina García, su viuda, Graciela López Poo, "se ostenta como albacea de varias propiedades, sin serlo legalmente" por intermedio de una sociedad anónima llamada CTI.
Desalojos en Ciudad de México
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"Soy madre soltera, estoy en un proceso de demanda por pensión alimenticia con el padre de los niños y una denuncia por violencia contra esta persona que me ha seguido acosando y amedrentando. Mi hermana también es madre soltera y nos hemos estado apoyando porque en la pandemia nos quedamos sin trabajo. Los niños han estado saliendo adelante poco a poco, pero el susto y todo lo que vivieron en el desalojo los va a marcar. Imagínate ver violencia en tu casa y luego ver que llegan un montón de hombres a saquear donde vives, es una situación terrible", explicó Melgar.
San Pablo 68
El segundo desalojo masivo e irregular ocurrió en las primeras horas de la mañana del jueves 24 de junio, en el borde entre el Centro Histórico y la colonia Merced, de la Ciudad de México. El edificio ubicado en San Pablo número 68, de 50 departamentos, fue vaciado completamente, sin aviso previo o siquiera una orden o actuario que explicara algo a las personas que, de buenas a primeras, quedaron sin hogar.
Susana, una de las vecinas que conversó con Sputnik, llevaba 27 años viviendo en el departamento número 406 del edificio. Explicó que nunca habían tenido problemas legales o de otro tipo, y que tampoco saben que hubiese un pleito judicial.
"Jamás nos avisaron ni nos mandaron una notificación. Todo fue ilegal y los policías que trajeron vieron cómo nos robaban sin hacer nada", afirmó durante el bloqueo que los vecinos hicieron sobre la Avenida Circunvalación en reclamo por lo sucedido.
"Abrieron las puertas con mazos y martillos, entraron a las casas y nos comenzaron a golpear a todos. Había bebés y personas de la tercera edad y nos maltrataron bien feo. Los uniformados nos dijeron que era un cateo antidrogas y que, por eso, todos nos teníamos que salir", sostuvo.
Aunque a mitad de 2020, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) emitió un protocolo para evitar los desalojos arbitrarios, este no fue atendido en ninguno de estos casos. Tras el despojo sufrido por los vecinos de la Merced, el secretario de Gobierno de la capital, Alfonso Suárez del Real, anunció que comenzarán mesas de trabajo con el TSJ para evitar la continuidad de las expulsiones.
"El Gobierno de Claudia Sheinbaum no va a aceptar desalojos violentos", dijo el político al diario mexicano La Jornada, que informó de un tercer caso, ocurrido en un edificio en la colonia Narvarte, el 24 de junio, ubicado en el cruce de las calles Petén y Morena.
Mientras tanto, los vecinos expulsados buscan la vía para recuperar su lugar, ya que, hasta el momento, ninguna autoridad ha atendido la precaria situación en la que han quedado más de 50 familias de escasos recursos en la capital mexicana.