Se trata del oficial Andréi Pikula, según revela la sentencia, quien ejerció como espía de otro país recopilando y transmitiendo información que constituye secreto de estado a un representante de los servicios secretos extranjeros.
"En el otoño de 2019, Pikula recogió esa información y la entregó a un oficial de la agencia de inteligencia de un Estado extranjero. Los representantes de la dirección del Servicio Federal de Seguridad de Rusia en el territorio de Krasnodar pusieron fin a sus actividades. Durante el juicio, el acusado reconoció plenamente su culpa", destaca el comunicado.
El tribunal encontró pruebas de que el joven fue reclutado en el otoño de 2018, y a cambio de sus servicios los representantes de los servicios secretos le prometieron "un permiso de residencia, la solución de sus problemas cotidianos y protección general en el territorio de un Estado extranjero" (que no se revela).
Al mismo tiempo, el organismo judicial catalogó de "excepcionales" las circunstancias atenuantes existentes, por lo que impuso una condena más suave a la que exige el código penal, de "ocho años de prisión, con el cumplimiento de la pena en una colonia penitenciaria de alta seguridad".
Además, el joven fue privado de su grado militar de teniente de reserva. El veredicto todavía no entró en vigor y puede ser impugnado.
Fuentes judiciales aseguraron a Sputnik que el condenado es nativo de Krasnodar, pero no se precisó en qué sitio estuvo trabajando, pues se trata de una información clasificada.