"Luego de haberme vacunado siento más confianza para salir a la calle, para trabajar. De la Abdala siento mucha confianza, había escuchado rumores, de esa guerra que le tienen a la vacuna cubana, pero estoy súper bien y súper agradecido", dijo Tony Valera de 53 años.
La jornada se realiza en el Centro de Educación Inicial Nacional Simoncito Ciudad Tiuna, ubicado dentro del complejo militar Fuerte Tiuna, en el sureste de Caracas.
Allí, informaron a Sputnik los organizadores, las actividades comienzan a las 7:00 y concluyen a las 19:00, quienes deseen inmunizarse pueden asistir a este centro, y tras escribir sus datos en una lista, ingresan al área de vacunación.
La primera estación es la de desinfección de manos, posteriormente, trabajadores identificados con franelas de Barrio Adentro, el programa de salud de Gobierno, verifican la condición de salud de quienes aspiran ser vacunados.
"Aquí estamos vacunando a personas de entre 18 y 80 años, solo no vacunamos a personas que estén descompensadas por diabetes o complicaciones con la tensión, de resto puede vacunarse todo el que quiera", dijo una de las trabajadoras de Barrio Adentro que prefirió no ser identificada.
Luego de la primera dosis, los vacunados con la Abdala deben recibir otras dos, que serán colocadas con una diferencia de 14 días.
El 30 de julio, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló que la vacuna Abdala será bienvenida en el mecanismo Covax (Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19), una vez publique los datos.
"Las vacunas sin esta autorización no pueden ser parte del mecanismo Covax. Sería muy importante que los productores de Abdala pudiesen, si terminaron todos los estudios, primero publicar datos en revistas científicas para que de una manera pública la comunidad científica pueda evaluar y conocer estos datos; y segundo, si tienen interés de ofertar para Covax, y siempre son muy bienvenidas todas las vacunas, tiene que solicitar la autorización de uso de emergencia de la OMS", dijo el subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa.
Sin embargo, los ciudadanos que se vacunaron dijeron que confían en la dosis cubana.
"Me vacuné y me siento aliviado de haberme vacunado, y si la están colocando es porque está probado que es buena, yo siento confianza", dijo Roberto Vargas de 58 años.
Por su parte, la ciudadana Noret Calzadilla de 55 años, dijo que está agradecida con quienes elaboraron la dosis cubana, tras recibir la primera dosis.
"Me siento orgullosa, contenta y aliviada, estoy muy agradecida con el pueblo cubano, con los médicos cubanos, estoy agradecida con el Gobierno cubano, que siga haciendo lo que está haciendo y ha hecho toda la vida por la humanidad", agregó.
Por su parte, Luis Melo de 47 años, señaló a Sputnik, que desconfía de la mayoría de las vacunas que están en circulación, y aunque recibió la primera dosis indicó que prefiere continuar cuidándose.
"Me siento tranquilo, sin mayor complejo, vamos a ver como me va, en realidad no hay seguridad de que ninguna vacuna sea eficiente, me parece que igual hay que cuidarse, porque ninguna asegura nada", acotó.
El pasado 14 de junio, el Gobierno de Venezuela suscribió con Cuba un contrato para la adquisición de 12 millones de dosis de la vacuna Abdala contra el COVID-19.