En un comentario difundido este 22 de junio, la Cancillería apuntó que las restricciones son "contraproducentes" y "viciosas", además de que repercuten negativamente en los ciudadanos de a pie.
"Vemos que en la Unión Europea son conscientes de ello, pero aún así continúan de forma deliberada sus acciones destructivas contra la población […] De hecho, ello raya en una declaración de guerra económica", subrayó Exteriores.
Según el ministerio, "las represalias […] podrían tener un impacto igual de negativo en la cooperación y, a la larga, en los intereses de empresas y particulares de países occidentales que han tomado medidas hostiles" contra Bielorrusia.
El Consejo de la Unión Europea (UE) anunció el 21 de junio la cuarta ronda de sanciones a Bielorrusia, extendiendo sus medidas restrictivas a 78 individuos y 8 entidades.
El bloque comunitario tomó esta decisión tras el reciente desvío de un avión de la aerolínea irlandesa Ryanair a Minsk y la atribuyó a "la escalada de graves violaciones de los derechos humanos en Bielorrusia y la violenta represión de la sociedad civil, la oposición democrática y los periodistas".
También otros países de Occidente impusieron el 21 de junio restricciones adicionales a Bielorrusia. Estados Unidos incluyó en su lista negra a 16 personas y cinco entidades de Bielorrusia, entre ellas el Comité de Seguridad del Estado (KGB) y la portavoz del presidente Alexandr Lukashenko; Canadá anunció sanciones a 17 individuos y cinco entidades; y el Reino Unido, a 11 personas y dos empresas.