"Al día de hoy, no se ha producido ninguna retirada de mercenarios, ni de combatientes extranjeros, pero se están preparando planes para la retirada, especialmente por parte de la Comisión Militar Conjunta de Libia", dijo Gagnon durante una reunión de la Fórmula Arria del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el asunto.
Añadió que la Comisión Militar Conjunta debe seguir discutiendo un plan preciso para la retirada de los mercenarios.
"Una estructura escalonada para ello, así como el desarme previo a la retirada, es objeto de nuevas negociaciones entre las partes", dijo.
Gagnon pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que identifique a todas las partes interesadas, incluidos Sudán y Chad, que deben prever el proceso de una retirada ordenada para evitar la desestabilización de Libia y los países vecinos.
Las sanciones contra los Estados que sigan contraviniendo las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre Libia, así como las amenazas de medidas contra los principales libios que influyan en la presencia de mercenarios, son una posible solución al problema de los combatientes extranjeros, añadió Cagnon.
En mayo, el enviado especial de la ONU para Libia, Jan Kubis, afirmó que la retirada de combatientes extranjeros y mercenarios se había estancado, lo que contribuía a una mayor división del país entre el Gobierno de Acuerdo Nacional y el Ejército Nacional Libio, que firmó un acuerdo de alto el fuego en todo el territorio tras las conversaciones celebradas en octubre en Ginebra.