Las dificultades se centran particularmente en la implementación del protocolo irlandés, la sección del macro acuerdo internacional que rige los requisitos aduaneros y de inspección de productos agrícolas y sanitarios que entran a Irlanda del Norte desde Gran Bretaña.
"Se necesita pragmatismo y soluciones de sentido común para resolver las cuestiones que afrontamos", declaró David Frost, ministro británico del Brexit y principal negociador de los acuerdos, antes de abrir oficialmente la reunión en Londres.
Frost coordina con el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, el comité conjunto del Concejo de asociación y del Acuerdo de retirada, creado al completarse la transición del Brexit, el pasado enero.
Sefovic indicó, por su parte, que la UE actuaría "rápidamente, con firmeza y resolución" si Londres adoptaba decisiones unilaterales y demoraba la aplicación del protocolo irlandés.
El primer ministro británico, Boris Johnson, preside el evento al que también asiste su negociador del Brexit y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Resultados de la reunión
La primera reunión del pos-Brexit del Consejo de Asociación del Reino Unido y la UE concluyó sin ningún acuerdo sustancial en el polémico Protocolo de Irlanda del Norte, cuya implementación ha causado ira en la comunidad unionista y tensión entre ambos exsocios europeos.
David Frost y Maros Sefcovic justo se comprometieron a seguir con las conversaciones.
"No ha habido avance, ni ruptura y seguiremos hablando", declaró el ministro británico del Brexit y principal negociador del primer ministro, Boris Johnson, en la materia.
El representante europeo indicó que Bruselas tomará represalias si Londres actúa unilateralmente y rechaza implementar las medidas aprobadas en el Protocolo.
Irlanda del Norte sigue formando parte del mercado único europeo y sujeta, por tanto, a las normativas del bloque comunitario, según el acuerdo rubricado por Johnson en su objetivo por ejecutar el Brexit.
"Si el Reino Unido sigue actuando unilateralmente en las próximas semanas, la UE no vacilará a la hora de actuar rápidamente, con firmeza y con resolución para asegurar que el Reino Unido cumpla sus obligaciones bajo la legislación internacional", constató Sefcovic.
El Gobierno británico extendió, sin aviso previo, exenciones provisionales en el control de mercancías que ambas partes habían negociado conjuntamente.
La misma acción podría emprender sobre la importación de productos cárnicos a Irlanda del Norte si no llegan a un acuerdo satisfactorio antes de que expire el periodo de gracia, a finales de mes.
"La confianza, que debe estar en el núcleo de una asociación, necesita ser restaurada", dijo el vicepresidente de la Comisión.
Ambas partes se culpan mutuamente de la falta de progreso en la solución de los muchos escollos de la implementación del Protocolo.
"Necesitamos encontrar con urgencia una solución…. Que permita que las cosas vuelvan a la normalidad", señaló Frost.
El Ejecutivo conservador rechaza un acuerdo veterinario que propone la UE para eliminar hasta el 90% de los trámites aduaneros requeridos desde el pasado enero.
Esta cuestión la planteó el líder nacionalista irlandés, Colum Eastwood, en la sesión parlamentaria de preguntas al primer ministro.
"Estamos trabajando para asegurar la integridad territorial y económica del Reino Unido", respondió Johnson.
La polémica se discutirá, sin duda, en la cumbre del G7, que se celebra en Cornualles (sureste de Inglaterra) del 11 al 13 de junio.
Johnson presidirá el evento al que también asistirá su principal negociador del Brexit y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Además, mantendrá la víspera una reunión bilateral con el presidente estadounidense, Joe Biden, quien se enorgullece de su herencia irlandesa y ha advertido en el pasado que vetaría un acuerdo comercial con el Reino Unido si el Brexit causa inestabilidad en Irlanda del Norte.