El incidente ocurrió en 2016, en California, pero solo se hizo público ahora, y es que el gigante tecnológico tenía miedo de que pudiera "dañar su imagen empresarial".
La joven acudió a un taller de la empresa contratista de Apple Pegatron para reparar su celular. Dos técnicos encargados de la tarea accedieron al contenido de su iPhone y compartieron una decena de fotos de la joven "en varios estados de desnudez" y un vídeo íntimo en su cuenta de Facebook. Fueron los amigos de la estudiante quienes le avisaron de lo ocurrido.
Al enterarse de la filtración, la joven acudió a los tribunales para solicitar una indemnización por "un grave daño emocional" que sufrió. Como resultado, la compañía de Cupertino lanzó una investigación y despidió a los empleados involucrados. También pagó una recompensa "multimillonaria" a la víctima, aunque no se sabe la suma exacta, pues la joven firmó una cláusula de confidencialidad con la empresa.
Ahora, la propia empresa recomienda a sus clientes restablecer sus celulares a valores de fábrica antes de enviarlos a reparación para garantizar la seguridad de sus datos personales.
Esta no es la primera vez que los técnicos filtran contenido íntimo de los usuarios. Así, en 2013, una estadounidense demandó a la cadena de tiendas de electrónica Best Buy luego de que sus fotos desnuda fueran robadas de su ordenador y comenzaran a circular en internet.