La decisión de la Corte del Distrito Central de Seúl parecía ir en contra de los históricos fallos de la Corte Suprema de 2018, que obligaban a Nippon Steel y Mitsubishi Heavy Industries a compensar a los trabajadores forzados. La sentencia judicial coincide en gran parte con la postura del Gobierno japonés, que insiste en que todas las compensaciones se resolvieron en el tratado de 1965 en virtud del cual quedaban normalizadas las relaciones entre los dos países.
Un total de 85 demandantes reclamaban 8.600 millones de wons (7,74 millones de dólares) en indemnizaciones a 16 empresas japonesas, incluidos los gigantes Nissan Chemical, Mitsubishi Heavy Industries y Nippon Steel.
La corte desestimó su demanda civil tras concluir que el tratado de 1965 no permite que los ciudadanos surcoreanos emprendan acciones legales contra el Gobierno nipón o contra ciudadanos japoneses por agravios registrados durante la guerra y la ocupación colonial. Aceptar la demanda, señaló el tribunal, violaría el principio del derecho internacional según el cual los países no pueden emplear su ley nacional como justificación para no cumplir un tratado.
Algunos demandantes adelantaron a la prensa que tenían previsto apelar. Lim Chul-ho, de 85 años e hijo de un trabajador forzado ya fallecido, dijo que la corte había tomado una decisión ''patética'' y que esta nunca debió producirse.
''¿De verdad son jueces surcoreanos? ¿De verdad es esta una corte surcoreana? No necesitamos un país o un Gobierno que no protege a su propia gente'', exclamó.
14 de mayo 2021, 20:18 GMT
El Ministerio de Exteriores surcoreano aclaró un comunicado que respetaba las decisiones de las cortes del país y que estaba dispuesto a entablar conversaciones con Tokio para encontrar soluciones ''racionales'' que puedan satisfacer a ambos Gobiernos y a las víctimas.