El incidente ocurrió durante un vuelo que cubría la ruta desde Filadelfia a Orlando. Una vez que el avión alcanzó la altitud de crucero, Haak, quien en ese entonces era el piloto al mando de la aeronave, se levantó de su asiento, dejó al descubierto sus genitales y comenzó a ver películas pornográficas en su ordenador portátil en presencia de la copiloto. Por su parte, la mujer "continuó desempeñando sus funciones", informó el Departamento de Justicia de EEUU en un comunicado.
El hombre ya pidió disculpas a su compañera de trabajo y reveló que "todo comenzó como una broma consensuada" y que "nunca imaginó que se convertiría en esto".
No obstante, los abogados de la mujer afirmaron que esta era la primera vez que ella y Haak trabajaban juntos. El juez federal J. Mark Coulson declaró que las acciones de Haak tuvieron un "efecto traumático" en la copiloto y pusieron en peligro la seguridad de los pasajeros. "Este es el tipo de comportamiento aberrante que nadie debería aceptar", expresó, a su vez, el fiscal federal adjunto, Michael Cunningham.
Haak era un piloto experimentado y trabajó en Southwest Airlines durante 27 años. Dejó la compañía a finales de agosto de 2020, apenas tres semanas después del polémico incidente, si bien no se especifica si se fue voluntariamente o fue despedido.
El portavoz de la aerolínea, Chris Mainz, declaró que la compañía aérea "no tolera un comportamiento de tal naturaleza", por lo que decidió dejar de pagar a Haak las prestaciones.
"Southwest Airlines se toma muy en serio todos los asuntos relacionados con la conducta en el lugar de trabajo. Nuestra cultura corporativa se basa en tratar a los demás con respeto y dignidad", agregó.