"Quiero compartirles a todos ustedes una decisión que he tomado el día de hoy (miércoles), a través de la cual quiero designar a nuestra vicepresidenta de la República, la doctora Marta Lucía Ramírez de Rincon, como nueva canciller de la República", anunció Duque en declaraciones a la prensa vía streaming.
El presidente precisó que en su nuevo cargo, el cual mantendrá de modo paralelo a la Vicepresidencia, Ramírez deberá fortalecer las relaciones bilaterales y ejercer la representación de Colombia en los espacios multilaterales para "reafirmar no solamente el talante democrático" de la nación, "sino también la convicción de ser un país siempre respetuoso de los derechos humanos y siempre volcado a la defensa irrestricta de los valores democráticos".
Duque también indicó que le pidió a Ramírez "sacar adelante toda la política migratoria", así como "fortalecer los lazos en materia de seguridad y defensa" y abrir nuevas fronteras para el país.
Por su parte, Ramírez, quien participó en la declaración de manera conjunta con Duque, dijo que asumirá como canciller en "un momento particularmente importante para Colombia" y que trabajará en una agenda internacional que sirva para el desarrollo del país y la inversión extranjera.
"Me corresponde a mí mantener en este cargo de la Vicepresidencia pero asumiendo ahora esta política exterior que el presidente de la República lidera. Cada cual vamos a trabajar en permanente articulación con todas las entidades del Gobierno nacional", agregó.
La designación de Ramírez como nueva canciller se da en momentos en que Colombia es objeto de fuertes críticas por la comunidad internacional y organismos multilaterales a raíz de los abusos policiales que se han registrado en el marco de las protestas que se dan en todo el país.
Colombia cumplió el miércoles 22 días de paro nacional que inició el 28 de abril en rechazo a la radicación en el Congreso de una polémica reforma fiscal impulsada por el Gobierno, que ante la presión de las movilizaciones debió retirarla el domingo 2 de mayo.
Al menos 50 personas han muerto durante las protestas, la mayoría a manos de efectivos de la Fuerza Pública, y casi 600 fueron heridas, de las cuales al menos 37 sufrieron lesiones oculares por disparos efectuados por la policía, según denuncias de organizaciones defensoras de derechos humanos.
Además, se detuvo de manera arbitraria al menos a 1.430 personas, se cometió violencia sexual contra 21 mujeres y hay más de 520 personas reportadas como desaparecidas.
Ante tales abusos, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y organizaciones de derechos humanos, entre otros, han denunciado ante la comunidad internacional un uso desproporcionado de la fuerza por parte de la Policía de Colombia.