"Colonial Pipeline ahora puede informar que hemos reiniciado todo nuestro sistema de oleoductos y que la entrega del producto ha comenzado a todos los mercados a los que abastecemos", dijo la compañía.
Colonial Pipeline, que suministra aproximadamente la mitad del combustible a la costa este de EEUU, suspendió sus operaciones después de ser blanco de un ataque informático por parte del grupo de piratería DarkSide, supuestamente con sede en Rusia.
El cierre provocó escasez de combustible y compras de pánico en 12 estados de EEUU y el Distrito de Columbia.