"No, señor presidente: ¡no aceptamos su perdón! No un perdón cínico y tramposo", reza la carta abierta publicada por la Campaña U Jeets’el le Ki’ki kuxtal (Por la vida digna), que forma parte del Congreso Nacional Indígena (CNI) como varias otras comunidades, grupos, organizaciones y personas.
"La deuda del Estado Mexicano es enorme y aún está pendiente de ser saldada (…) no basta que el Estado mexicano pida perdón, pues existen todavía secuelas de la invasión, conquista y colonización que deben ser reparadas", se lee en la misiva.
Los representantes de la población indígena criticaron al Tren Maya —una de las megaobras de la 4T— por haber encargado la construcción a las Fuerzas Armadas. Para ellos, el proyecto tiene una tendencia neoliberal porque implica la "riqueza para unos pocos", el probable despojo, la destrucción de formas de vida y la descalificación de los pueblos originarios que se oponen a las megaobras.
En la carta afirman que el mandatario trata a los mayas como personas sin razón, sin pensamiento, sin posibilidades de decidir sobre su futuro y el de sus pueblos de manera colectiva, por fuera de la política partidista.
También acusaron al Gobierno de pretender arrebatarles la tranquilidad a cambio del "terror" que se vive en zonas turísticas como Cancún, Playa del Carmen, Tulum y ahora Bacalar, "sedes regionales y hasta globales de explotación laboral, inseguridad generalizada, feminicidios, asesinatos, tráfico de drogas y personas".
"De qué sirve pedir perdón a la Madre Tierra cuando las selvas están siendo literalmente devastadas por el agronegocio, la industria inmobiliaria y turística; por los parques eólicos y fotovoltáicos que solo producen energía para las grandes empresas; por el gran proyecto llamado Sembrando Vida, que no hace más que sembrar muerte", reprocharon.
De acuerdo con los autores de la carta, pedir perdón tendría sentido si se reparasen y compensaran los daños al pueblo maya, por los errores del presente.
"Exigimos que se detenga el desarrollo capitalista en nuestro territorio maya. Nosotras y nosotros, desde la Campaña U Jeets’el le Ki’ki’ kuxtal, proponemos formas de vida, y no proponemos una, sino muchas, las de los pueblos que somos", concluyeron.
El 3 de mayo, el Estado mexicano ofreció disculpas al pueblo originario maya de la península de Yucatán, por los abusos cometidos durante cinco siglos, desde los casi 300 años de colonia española y 200 años del México independiente, en un acto encabezado por los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Guatemala, Alejandro Giammattei.
"Aquí, por un imperativo de ética de Gobierno, pero también por convicción propia, ofrecemos las más sinceras disculpas al pueblo maya por los terribles abusos que cometieron particulares y autoridades, nacionales y extranjeras, en la Conquista, durante los tres siglos de dominación colonial y dos siglos del México independiente", dijo el mandatario en un discurso pronunciado en el llamado Santuario de la Cruz Parlante, en el estado de Quintana Roo, enclavado en la franja costera oriental de la península de Yucatán.
El mandatario eligió esta fecha para un evento titulado Fin de la guerra de castas y la Ceremonia del perdón a los pueblos originarios, que sobrevivieron a aquella "guerra de exterminio" comandada por militares mexicanos.