Históricamente tanto los políticos como los medios de comunicación han considerado los primeros 100 días de una Administración como un punto de referencia que establece las prioridades e indica su éxito hasta el momento.
Al principio del mandato de Biden, el Congreso pasó semanas negociando y aprobando el proyecto de ley de estímulo económico para combatir los efectos de la pandemia —el Plan de Rescate Estadounidense— de 1,9 billones de dólares. También presentó su propuesta de empleo e infraestructuras por valor de 2,25 billones de dólares, que se espera que se discuta en el Congreso en las próximas semanas.
El presidente firmó una serie de acciones ejecutivas apenas asumió el cargo, entre las que se incluyen revocaciones de algunas de las políticas de inmigración de Trump. Por ejemplo, volvió a permitirles a los musulmanes entrar en el país. Sin embargo, EEUU enfrenta serios desafíos en la frontera sur, donde crece el número de inmigrantes ilegales.
Biden reconoció oficialmente como un genocidio las masacres de armenios organizadas y cometidas a principios del siglo XX en el Imperio otomano. En respuesta, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, expresó su tristeza por la iniciativa.
El objetivo declarado por Biden de administrar 200 millones de vacunas contra el COVID-19 en sus primeros 100 días también se cumplió.