La Alianza contra el Borrado de Mujeres argumenta que las leyes de autodeterminación de género están basadas en "conceptos acientíficos" y en "subjetividades" que podrían tener graves repercusiones en menores de edad y en el resto de la sociedad.
El primer contacto de esta ronda lo tuvieron con la portavoz del Grupo Popular, Cuca Gamarra, y la portavoz adjunta de Igualdad, Violencia de Género, Derechos Sociales e Infancia, Margarita Prohens.
Una de las principales alertas que hace esta alianza es que las leyes de autodeterminación de sexo "se han mostrado dañinas para los niños y niñas". Citan como ejemplo al Reino Unido, país "que se ha visto obligado a indemnizar a niños y niñas destransicionados como consecuencia de su falta de control y ausencia de valoraciones solventes que llevaron a menores de edad a hormonaciones y castraciones a edades tempranas".
El debate social sobre la autodeterminación del género surgió tras la presentación por parte del Ministerio de Igualdad de un borrador de una ley trans. Unos alertan que se trata de una conquista de derechos y otros alertan que se trata de un retroceso.
La propuesta que defiende el Ministerio de Igualdad y diversos colectivos feministas plantea, entre muchas cosas:
1. Contemplar el acceso a tratamientos hormonales desde la pubertad, si la persona así lo requiere.
2. Permitir que todas aquellas personas que no se sientan ni hombres ni mujeres puedan solicitar la eliminación del sexo en sus documentos de identidad.
3. Garantizar tratamientos reproductivos para personas transexuales que tengan capacidad de gestar.
Las corrientes feministas que apoyan este borrador defienden que tanto la feminidad como la masculinidad son construcciones sociales y que es necesario despatologizar la transexualidad, es decir, que deje de ser considerada como una enfermedad mental.
Desde la otra esquina, otros colectivos feministas como la Alianza contra el Borrado de Mujeres, defienden que:
1. El sexo no es un deseo o una construcción social, sino una condición biológica de todos los seres humanos.
2. Las disforias de género, la no aceptación de tu sexo, es una problemática de salud mental que debe evaluarse, tratarse y acompañarse por psicólogos, no estigmatizarse, porque se caería en la negligencia médica.
3. Rechazan la hormonación de menores de edad porque "¿cómo se va a medicar o a someter a tratamientos invasivos e irreversibles a menores de edad si antes no se determina la causística?", argumentan.
También se preguntan que si el sexo se difumina ¿cómo se harán políticas para revertir la desigualdad entre hombres y mujeres?, ¿cómo garantizar las cuotas por sexo en empleos, en la política?, ¿cómo luchar contra la violencia contra las mujeres? A su vez, denuncian que, hablar de personas gestantes, implica borrar la figura de la madre.
En España, el debate sobre la autodeterminación del género está servido en la mesa.