En la sierra de La Colonia, a 200 kilómetros al oeste de la ciudad de Trelew, provincia de Chubut, en la Patagonia argentina, un grupo de paleontólogos hallaron el ejemplar más completo de un elasmosáurido, de 70 millones de años de antigüedad.
Se trata de la especie Kawanectes lafquenianum, un reptil marino del grupo de los plesiosaurios que vivió a fines del Cretácico. Hallaron parte de su cráneo, cuello, tronco, pelvis, miembros anteriores y posteriores y su cola completa.
La forma de este animal marino se parece mucho al monstruo del lago Ness. De hecho, en Argentina existe un mito propio: un monstruo presuntamente observado en el lago Nahuel Huapi de la Patagonia, bautizado, por su locación, Nahuelito. Sin embargo, el hallazgo pone en duda el nombre del mítico animal, que en realidad, debería ser una hembra.
Dimorfismo sexual en los elasmosáuridos
El ejemplar de la sierra de La Colonia no solo es el más completo que ha sido encontrado hasta ahora, sino que gracias al hallazgo también pudo comprobarse el dimorfismo sexual de esta especie extinta que habitaba la Patagonia hace 65 millones de años.
Según la Real Academia Española, el dimorfismo sexual es la "condición de las especies animales o vegetales que presentan dos formas o dos aspectos anatómicos diferentes". Es decir, características físicas corporales que se distinguen significativamente entre las hembras y los machos de una determinada especie.
"Se han encontrado varios ejemplares de Kawanectes lafquenianum en los últimos años en Río Negro y Chubut y, conforme aparecían nuevos ejemplares, se empezó a observar que había diferencias muy llamativas en las proporciones corporales, si bien todos las ejemplares tenían el perfil diagnóstico de esta especie", explicó José Patricio O'Gorman, investigador de la División de Paleontología de Vertebrados del Museo de La Plata y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet).
El dimorfismo sexual es un fenómeno común dentro de los vertebrados. Un ejemplo bastante ilustrativo es el de los ciervos, que solo en el caso de los machos presentan astas.
Sin embargo, en el mundo de la paleontología, comprobar el dimorfismo sexual no es nada sencillo, ya que las partes blandas de los animales no suelen conservarse en los registros fósiles.
"Había unas diferencias entre los especímenes que no terminaban de ser comprensibles, por lo que la investigación se enfocó en tratar de encontrar la posible explicación a estas diferencias y la conclusión es que se podía tratar de dimorfismo sexual", precisó O'Gorman a la Agencia de Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Universidad de La Matanza.
De Nahuelito a Nahuelita
Comparado este ejemplar con otros encontrados durante los últimos años en las provincias de Chubut y Río Negro, el equipo logró comprobar que se trata de una hembra. El primer indicio fue el tamaño: la hembra hallada, en vida, habría medido cuatro metros de longitud, según las estimaciones del equipo.
"Se observan tanto diferencias de tamaño como en las proporciones de los miembros anteriores y posteriores", señaló O'Gorman, y añadió que "estos animales medían entre tres y cuatro metros, y las hembras eran más grandes que los machos".
El paleontólogo planteó que “la hipótesis más razonable es que los machos hayan tenido el miembro anterior muy desarrollado para abrazar a la hembra durante el apareamiento, una característica dismórfica que se observa en grupos de animales que viven actualmente y es bastante común en anfibios como, por ejemplo, en las ranas".
Otra diferencia observada en esta especie está en el ilion, uno de los huesos de la pelvis, lo que puede estar relacionado con la formación del canal de parto en las hembras, ya que los plesiosaurios eran vivíparos, es decir que los embriones se desarrollaban dentro del útero materno.
Los hallazgos del estudio comparativo entre los ejemplares fue publicado en la revista Cretaceous Research, donde se plantean los fundamentos observados que permiten demostrar el dimorfismo sexual de esta especie. Sin embargo, algo más quedó en evidencia a partir de la investigación.
A Nahuelito, el mítico monstruo habitante del lago patagónico Nahuel Huapi, se lo suele pensar como un macho. Sin embargo, el gran tamaño que presuntamente tiene el animal, sugiere que en realidad se trata de una hembra: "Sería más propicio que llamara a este animal imaginario como 'Nahuelita'", asegura la agencia.