"Como ministro de Exteriores tomé la decisión de expulsar a todos los empleados de la Embajada de Rusia en Praga señalados por nuestros servicios como agentes de los servicios secretos rusos", dijo Hamacek citado por el canal Nova.
Indicó que los 18 empleados de la embajada rusa tienen 48 horas para abandonar el país.
A su vez, el primer ministro checo, Andrej Babis, denunció la implicación de la inteligencia rusa en la explosión en el depósito de municiones en Vrbetice en 2014.
Babis indicó que el presidente, Milos Zeman, había sido informado de las medidas tomadas y las respaldó.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, ya advirtió a Praga de las consecuencias que entrañará la expulsión de diplomáticos rusos.