"En la actual situación llamamos a nuestros colegas occidentales a renunciar a la desinformación antirrusa de carácter agresivo y a cualquier tipo de acciones que puedan provocar una agudización de las tensiones en el sureste de Ucrania", indicó el diplomático ruso.
El embajador instó además a dejar de "alimentar las ilusiones de Kiev" sobre la existencia de cierta posibilidad de resolver las divergencias por la fuerza, algo que catalogó de "juego peligroso" que podría provocar unas "consecuencias irreversibles".
Necháev resaltó que Rusia, en calidad de país intermediario, respaldó y sigue defendiendo la solución pacífica del conflicto entre Kiev y las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, basada en el cumplimiento al pie de la letra del Complejo de Medidas de los Acuerdos de Minsk, aprobados por la resolución 2202 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Según el diplomático, paralelamente Kiev "declara cada vez más alto que no tiene planes de cumplir los Acuerdos de Minsk".
"Los intermediarios occidentales, en lugar de obligar a las autoridades ucranianas a cumplir los Acuerdos de Minsk, siguen justificando cualquier tipo de acciones del régimen de Kiev", subrayó.
Las fuerzas de seguridad ucranianas denunciaron a finales de marzo la muerte de cuatro militares en la región de Donetsk, cerca de la localidad de Shumi, tras un bombardeo de las milicias.
La autoproclamada república popular de Donetsk denunció igualmente una intensificación de los bombardeos por parte de las fuerzas de seguridad ucranianas, la muerte de civiles y un aumento de la presencia de los militares ucranianos en la zona de conflicto.
Al mismo tiempo el Gobierno ucraniano, respaldado por países occidentales, acusa a Rusia de concentrar sus fuerzas cerca de la zona del conflicto en Donbás. Moscú, por su parte, insiste en que está en su pleno derecho de mover sus propias tropas dentro del territorio ruso, y asevera que estas no amenazan a nadie.
13 de abril 2021, 16:55 GMT
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en Donbás, donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en febrero del mismo año.
Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.
Las hostilidades han dejado hasta la fecha más de 13.000 muertos, según estimaciones de la ONU.