En el vídeo se puede observar cómo la arena envuelve la ciudad poco a poco y tiñe el cielo de naranja.
Se informó que en algunas partes de la capital hubo lluvia fangosa y truenos. Los habitantes de Pekín fueron alertados sobre la seguridad de los viajes y los que estaban en las calles tuvieron que luchar contra el polvo y el barro.