"El humor gráfico es un instrumento maravilloso para transmitir mensajes de manera rápida y efectiva. La pandemia subió la varilla a niveles insospechados y la gente ha padecido la crisis de todo tipo que esta ha generado. Para los humoristas gráficos ha sido todo un reto, pero a la vez una oportunidad tremenda para emitir mensajes a la población", comentó a Sputnik el dibujante, que compite con cuatro obras en el encuentro.
En la Bienal se "reúnen" de manera virtual 150 artistas con 223 obras escogidas para concursar por el máximo reconocimiento que otorga y premiar los mejores trabajos en humor general, sátira política, historieta humorística, caricatura personal, fotografía humorística, y el premio Tomy, de humor político.
La cita, convocada del 11 al 14 de abril por el Círculo de Humoristas e Historietistas de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), el Museo del Humor de San Antonio de los Baños, y la dirección provincial de Cultura de Artemisa (oeste), bajo el lema "El humor nos acerca", incluyó además sesiones teóricas de manera virtual.
En charla con Sputnik, Sánchez Armas subrayó que "desde muy buenas caricaturas se ha hecho reflexionar, se ha hecho saber los errores que cometemos, se ha enaltecido la labor del personal de la salud, se ha rendido homenaje a los que luchas denodadamente contra la pandemia y sus consecuencias".
Agregó además que también se ha criticado duro a los que infringen las normas sanitarias, y a los gobiernos que han sido indiferentes ante los problemas y reclamos de sus pueblos.
"Si se revisan las caricaturas editoriales del mundo en este año de pandemia se conocerá hasta el detalle todo lo que ha ocurrido. Pero los humoristas gráficos tenemos una responsabilidad muy grande en estos tiempos y es la de transmitir mensajes de resiliencia y esperanza", dijo.
Para este humorista gráfico cubano, "el humor es el gancho y a la gente le gusta reírse, pero si además le damos un mensaje que haga reflexionar, la tarea será insuperable".
Acerca del concurso
Jorge —como firma sus caricaturas que aparecen en varias publicaciones humorísticas cubanas y el canal panárabe Al Mayadeen—, tiene tres obras finalistas en esta Bienal.
"Es un tremendo orgullo y una sorpresa. Imagínate, se presentaron más de 1.700 obras de alrededor de más de un centenar de artistas de varios países", enfatizó el artista plástico.
Del total de obras presentadas, 223 fueron seleccionadas para ser evaluadas por un jurado internacional integrado por Arístides Hernández, quien lo preside, y por los especialistas cubanos María Caridad Sao Rodríguez, Isel Chacón, y Luis Reinier Enrique, junto a la estadounidense Liza Donnelly, el iraní Massoud Shojai Tabatabal, y el venezolano Iván Lira.
"Hay piezas de artistas importantísimos en el catálogo de la Bienal, y encontrarme entre ellos es un gran orgullo en el plano personal", enfatiza Sánchez Armas, quien concursa con sus obras en las categorías de humor político, general y caricatura personal, esta última dedicada al actor estadounidense Danny Glover, además de una pieza que compite en el premio especial Tomy, en memoria del destacado caricaturista cubano Tomás Rodríguez Zayas (1949-2010).
Para Jorge Sánchez Armas, estas Bienales son las reuniones de artistas del humor gráfico más esperadas del país.
"En tiempos normales hubiéramos estado en San Antonio de los Baños [a 36 kilómetros al suroeste de la Habana], en el Templo de la Risa, que es el Museo del Humor, reunidos todos, intercambiando y riendo de los chistes de diferentes latitudes, haciendo el mural que luego está dos años allí".
"Esta vez ha tenido que ser de manera virtual, pero la calidad ha sido de excelencia. Los organizadores, los jurados de admisión y el internacional, el personal de apoyo a la Bienal y todos los humoristas gráficos que enviamos obras, hemos hecho de la cita virtual, un espacio de intercambio activo y de amistad entre todos", concluye.