El 4 de abril, se publicó una carta de 103 almirantes retirados de la Marina turca que expresaron su rotundo rechazo a los intentos de poner en tela de juicio la convención firmada en 1936, alegando que fue una victoria diplomática que ayudó a Turquía a recuperar la soberanía sobre los estrechos, así como calificaron como inaceptables las discusiones sobre la revisión del pacto en relación con el futuro canal de Estambul, un megaproyecto concebido como una alternativa al Bósforo.
"La carta plantea el tema de la Convención de Montreux, sabemos de la historia que era una victoria importante para su tiempo. Reafirmamos nuestro compromiso con la Convención de Montreux", dijo Erdogan.
Sin embargo, señaló que "es completamente incorrecto" vincular el canal de Estambul con la Convención de Montreux.
"Es un proyecto que fortalecerá nuestra independencia (...) el canal de Estambul aliviará la carga sobre el Bósforo y dará a Turquía derechos soberanos más allá de las limitaciones de la Convención de Montreux, no tenemos la menor intención ni planes de salir de Montreux", puntualizó.
El presidente condenó la carta de los almirantes, al subrayar que los militares no deben interferir en la política.
"Ningún militar retirado puede intervenir en temas políticos, esto no tiene nada que ver con la libertad de expresión. Incluso si son almirantes, no tienen derecho a difamar a nuestro valiente Ejército", afirmó el mandatario.
Este 5 de abril, diez almirantes de los 103 que firmaron la carta pública en defensa de la Convención de Montreux fueron detenidos por la Policía turca. Cuatro almirantes más fueron citados a declarar ante la Policía de Ankara dentro de un plazo de tres días.
Desde el Partido de Justicia y Desarrollo (AKP, en el poder) se dijo hace unos días que la Convención de Montreux, que garantiza a los buques comerciales el paso libre por los estrechos que conectan el mar Negro con el Egeo, no se extendería al futuro canal de Estambul.
Altos cargos del gobierno condenaron en términos enérgicos el pronunciamiento de los almirantes, viendo en él una vuelta a la intromisión de los mandos castrenses en la política.
La Fiscalía General de Turquía abrió una investigación contra los autores de la carta.