"Los miembros del Consejo de Seguridad expresaron su profunda preocupación por el rápido deterioro de la situación y condenaron enérgicamente el uso de la violencia contra manifestantes pacíficos y la muerte de cientos de civiles, incluidos mujeres y niños", dijo Quy, quien preside el Consejo de Seguridad en abril.
Los miembros del Consejo de Seguridad reiteraron su llamamiento a los militares para que actúen con la máxima moderación y reiteraron la necesidad de respetar plenamente los derechos humanos y de buscar el diálogo y la reconciliación de acuerdo con la voluntad y los intereses del pueblo de Birmania, indicó el diplomático.
"Pidieron a todas las partes que se abstuvieran de la violencia", enfatizó.
El 1 de febrero pasado, pocas horas antes de constituirse el nuevo Parlamento de Birmania, los militares dieron un golpe de Estado, detuvieron a numerosos líderes políticos, entre ellos el presidente Win Myint y la consejera de Estado Aung San Suu Kyi, y decretaron el estado de emergencia por un año.

1 de abril 2021, 18:52 GMT
Los altos mandos del ejército, que estuvieron gobernando en Birmania durante décadas, justifican el golpe por las denuncias de fraude masivo en las elecciones generales de noviembre pasado, que dieron una clara victoria a la Liga Nacional para la Democracia.
La asonada generó un amplio repudio internacional y una oleada de protestas en Birmania, con miles de personas desafiando la represión y protagonizando protestas callejeras y acciones de desobediencia civil para reivindicar la restauración del gobierno civil y la liberación de los presos políticos.