Tras reunirse con el canciller surcoreano, Chung Eui-yong, Lavrov resaltó "la importancia de los esfuerzos encaminados a preservar una paz estable en el noreste de Asia, incluida la península de Corea, lo que implica la renuncia de las partes a continuar la carrera de armamentos y al incremento de la actividad militar en todas sus formas".
Lavrov agregó que "Moscú y Seúl siguen abogando por reanudar cuanto antes el proceso de negociaciones entre las partes implicadas para lograr una solución firme al conjunto de los problemas regionales".
El canciller ruso, que realiza una visita de trabajo a Seúl, hizo este comentario el día en que Corea del Norte realizaba un nuevo lanzamiento de misiles, el segundo en lo que va de la semana.
Reacción del Kremlin
Por su parte, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, declaró que Rusia sigue de cerca los ensayos de misiles que se llevan a cabo en Corea del Norte, si bien no los percibe como una amenaza.
"Estas pruebas no constituyen una amenaza para Rusia, pero sí las monitoreamos con suma atención, desde luego", dijo Peskov a periodistas.
Según el Ministerio de Defensa de Japón, Corea del Norte disparó dos misiles balísticos con un alcance de 450 kilómetros.
El 21 de marzo Corea del Norte disparó dos misiles de crucero, supuestamente de corto alcance, hacia el mar Amarillo.
El ministro de Exteriores surcoreano, Chung Eui-yong, elogió los esfuerzos de Rusia para lograr la desnuclearización de Corea.
"Apreciamos mucho varias propuestas que el Gobierno de Rusia ha hecho para alcanzar la plena desnuclearización y una paz firme en la península de Correa, así como su constante apoyo al fomento de las relaciones intercoreanas y del proceso de paz […] Hemos manifestado la esperanza de que Rusia siga jugando ese papel constructivo", dijo el canciller.
Según Chung, las partes también se han puesto de acuerdo para "organizar una visita del presidente [ruso Vladímir] Putin a la República de Corea lo más temprano posible, en cuanto se haya estabilizado la situación del COVID-19".