Una empresa conjunta entre el Ayuntamiento de Dubái y el Centro Espacial Mohammed bin Rashid hará que el nanosatélite DMSAT-1 se convierta en el primer satélite de la región para la vigilancia del medio ambiente. Además, el Challenge One se convertirá en el primer satélite tunecino en la órbita.
En el lanzamiento habrá también algunos satélites peculiares, como el japonés ELSA-d, el primer satélite que elimina los desechos orbitales, y la nave espacial NAJM-1 de Arabia Saudí, un programa experimental para el desarrollo de pequeños satélites con un ciclo de trabajo corto para obtener imágenes de la Tierra y proporcionar comunicaciones desde la baja órbita terrestre.
A unos 500 kilómetros de altitud a las 7.10 GMT será puesto en órbita el satélite surcoreano de observación terrestre CAS500-1. Luego a las 8.35 GMT le tocará el turno a cuatro aparatos japoneses GRUS.
Entre la 10.13 y las 10.53 GMT serán puestos en sus respectivas órbitas los otros 33 satélites, entre ellos el argentino DIY-1, el español 3B5GSAT (el primero del mundo con la tecnología 5G), el brasileño NanoSatC-BR2, cuatro alemanes Beesat, los surcoreanos KMSL, Pumbaa y Timon, el japonés ELSA-d y otros.
El lanzamiento será el 90º vuelo del cohete Soyuz-2 y el primero con el nuevo diseño de la nave. La Soyuz se ha pintado de blanco y azul en lugar de la combinación de colores gris y naranja habitual. La inspiración para la nueva pintura fue el prototipo del vehículo de lanzamiento Vostok original.
El lanzamiento estaba planeado para el sábado 20 de marzo, pero se pospuso por razones técnicas.
El lanzamiento es operado por la compañía Glavcosmos, la división de operaciones comerciales de Roscosmos.