El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos confirmó públicamente que presionó a Brasil para que rechazase la vacuna anti-COVID rusa Sputnik V.
"¡Absolutamente espantoso y vergonzoso! Y ni siquiera está funcionando", dice uno de los comentarios para el artículo de WP.
"Los políticos occidentales demostraron otra vez que son hipócritas", señala otro lector.
"Afirman que la vida de las personas es lo más importante y, al mismo tiempo, desacreditan las vacunas rusas y chinas (en lugar de estudiarlas, en lugar de hacer pruebas propias de esas vacunas)".
"Nada puede excusar tales acciones criminales e inhumanidad".
Un usuario notó que la vacuna rusa "tiene una eficacia muy alta" y es barata.
Mientras tanto, otro internauta asegura que "Estados Unidos no es responsable de la desastrosa situación en Brasil, sino el Gobierno brasileño de Bolsonaro".
Al mismo tiempo, un comentario dice que "la Rusia de Putin no puede participar" en el suministro de las vacunas por su comportamiento en el ámbito global.
Las autoridades estadounidenses atribuyeron sus acciones a la necesidad de "mitigar los esfuerzos" de Rusia para aumentar su "influencia" en la región, lo que, como argumenta el documento del departamento, sería perjudicial para la "seguridad de Estados Unidos".
El 17 de enero la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil, el órgano regulador en este país, aprobó el uso de emergencia de dos vacunas contra el COVID-19: la desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca y la del laboratorio chino Sinovac.