"Hoy, junto a nuestras hermanas y hermanos asambleístas analizamos las políticas públicas que permitan reactivar la economía y las medidas de lucha contra la pandemia. Cumplimos el mandato del pueblo boliviano", publicó Arce en su cuenta de Twitter.
La imagen de normalidad de la gestión gubernamental contrastaba con múltiples declaraciones y el inicio de concentraciones callejeras, reuniones y otras acciones con que las fuerzas opositoras conservadoras trataban de subir su presión en demanda de la libertad de Áñez.
Arce incluyó en su tuit fotografías de su encuentro con parlamentarios oficialistas en una oficina de la Casa Grande del pueblo, la sede presidencial.
Desmintió así versiones lanzadas por dirigentes y activistas de derecha que sugirieron que el gobernante, quien superó un cáncer de riñón en años pasados, estaría con baja médica prolongada.
El líder del Comité Cívico de Santa Cruz (este), Rómulo Calvo, se refirió a la salud de Arce el 15 de marzo, en una concentración de protesta contra la detención de Áñez, diciendo al gobernante: "usted, lamentablemente, es un hombre enfermo, ponga su conciencia tranquila para cuando el creador lo llame…".
El presidente, con poco más de cuatro meses en el cargo, usó también Twitter para rechazar denuncias opositoras de un supuesto recorte de recursos para las regiones, en el marco de una también desmentida contracción del presupuesto nacional, incluida una disminución de las inversiones públicas.
"La derecha busca desinformar a la población con mentiras infundadas. Este año hemos programado una inversión pública de 4.011 millones de dólares", señaló.
Arce escribió además sobre la campaña nacional de vacunación contra el COVID-19, saludando a cuatro universidades públicas que firmaron convenios con el Gobierno para participar en la inmunización para frenar la pandemia.