La protesta ha sido convocada por Patsy Stevenson, una mujer que ha sido arrestada por la Policía Metropolitana de Londres mientras asistía a una vigilia celebrada en memoria de Sarah Everard el pasado 13 de marzo.
La desaparición y el asesinato de Everard ha causado un fuerte impacto en la población femenina londinense.
El primer ministro Boris Johnson reafirmó su confianza en la jefa del servicio policial, Cressida Dick, que se aferra a su cargo pese a las críticas por la gestión de la vigilia por Everard y en memoria de todas las víctimas de violencia sexual.
"Me inquietaron profundamente las imágenes del 13 de marzo en [la vigilia del] parque de Clapham", dijo Johnson tras subrayar que la Policía afronta un "trabajo muy duro".
Las redes sociales se cargaron de videos y fotografías de jóvenes violentamente detenidas por agentes del orden en la concentración "ilegal" del 13 de marzo.
La protesta de este 15 de marzo apuntó a la Policía y también al Ejecutivo de Johnson, que introdujo en el Parlamento la segunda lectura de un proyecto de ley que pretende reforzar el poder de la policía y del Gobierno para restringir y prohibir manifestaciones públicas.
"¿Qué hará después de ilegalizar las protestas?", cuestionaba un joven en la pancarta que ondeaba en la explanada del Parlamento del Reino Unido.
Unos y otros reivindicaban el "derecho de protesta" y pedían medidas firmes contra la violencia de género y la misoginia.
Sarah Everard, de 33 años, desapareció el 3 de marzo mientras caminaba hacia su casa, en el sur de Londres. Su cuerpo fue encontrado por la policía en un bosque una semana más tarde.
Wayne Couzens, agente de Scotland Yard, fue imputado del secuestro y asesinato de la mujer. El acusado, de 48 años, casado y con hijos, formaba parte del cuerpo de élite policial responsable de la vigilancia del Parlamento de Westminster y las legaciones diplomáticas.