"En lo referente a ciertos países que adrede desacreditan la decisión de la Asamblea Popular Nacional de China [Parlamento] sobre la mejora del sistema electoral de Hong Kong (...) la parte china expresa su extremo descontento y una protesta decidida", dijo Zhao al comentar la declaración del Grupo de los Siete.
Hong Kong, subrayó el diplomático, es una región administrativa especial de China, con lo cual es un asunto interno de China el cómo reformar el sistema electoral local.
El 12 de marzo los países del G7, —Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el alto representante de la UE, Josep Borrell,— en una declaración expresaron su preocupación por la reforma electoral en Hong Kong, que a su juicio, "erosiona los elementos democráticos del sistema electoral" de la región administrativa y viola la autonomía de Hong Kong en el seno de China de conformidad con el principio "un país, dos sistemas".
El 11 de marzo, la Asamblea Popular Nacional de China (Parlamento) aprobó por unanimidad un texto de nueve artículos que ajusta el tamaño y composición del Comité Electoral y exige la revisión de las calificaciones de los candidatos, lo que permitirá al Gobierno chino neutralizar a los sectores opositores en la región.
En el marco de esta reforma, el número de diputados del Consejo Legislativo de Hong Kong aumentará de 70 a 90, mientras que el colegio electoral se expandirá de 1.200 a 1.500. El jefe del Ejecutivo será elegido por voto secreto en el colegio electoral y deberá reunir el 50% más uno. Una comisión de credenciales velará por que los candidatos respondan a los requisitos de la Ley Básica de Hong Kong y de la Ley de seguridad nacional.