"Vemos con mucha preocupación y estamos con mucha tristeza viendo que todavía no se tomaron medidas de restricción de circulación (…) no vamos a tener todas las camas disponibles si se da un ingreso masivo de pacientes", alertó la doctora Liz Karina Fernández, presidenta de la Sociedad Paraguaya de Medicina Crítica y Cuidados Intensivos a la emisora local Universo 970.
Fernández recordó que la ocupación de camas por parte de un paciente puede extenderse de siete a 22 días o más, por lo que las unidades de terapia no son de salida rápida.
Actualmente hay 95% de ocupación de las unidades de internación por COVID-19, ya se llegó al 100% en el sector público y hay un porcentaje bastante alto en el privado, precisó la especialista.
Ante esta situación, las camas de terapia polivalente deberán transformarse para pacientes respiratorios, añadió.
A su vez, explicó que tampoco puede aumentarse demasiado el número de camas porque faltaría personal capacitado para cuidar a los pacientes.
En cuanto a la falta de insumos y medicamentos, situación que ha golpeado al país en las últimas semanas y derivó en la renuncia del ministro de Salud, Julio Mazzoleni, la profesional afirmó que así como los reciben se terminan y que la situación puede empeorar si sigue creciendo el número de pacientes en terapia intensiva.
"Esto es algo que no pasa solo en Paraguay, a nivel latinoamericano tuvieron problemas y nosotros dependemos del exterior para una reposición rápida de medicamentos", explicó.
Paraguay presentó en los primeros diez días de marzo las cifras más altas de la pandemia desde que se registraron los primeros casos en el país, con 14.539 nuevos contagiados y 206 muertes por la enfermedad en ese período.
La situación llevó al Gobierno a declarar la alerta roja.
Desde que se detectó el primer caso en el país hace un año se registraron 174.013 casos positivos y 3.387 fallecimientos.