"Hizbulá declaró claramente que no tiene intención de iniciar una guerra", dijo Qassem en una entrevista con la televisión afín Al-Mayadeen. "Israel debe entender que la arena no está abierta para él y que hoy la batalla será dentro de la entidad israelí".
No obstante, Qassem advirtió que "cuando atacaron a un hermano nuestro en Siria, decidimos que responderemos a este ataque, y la decisión de responder aún está vigente", haciendo referencia a un integrante de Hizbulá que murió en un presunto ataque aéreo israelí, en Damasco, en julio pasado.
Recientemente el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, advirtió que "si las amenazas de Nasrallah y Hizbulá se convierten en acciones, el resultado será doloroso para Hizbulá y sus líderes. Y desafortunadamente para el pueblo libanés, que está siendo utilizado como escudo humano por Nasrala, quien esconde armas y misiles debajo de sus casas", haciendo referencia al líder de la organización, Hassan Nasrala.
La frontera norte de Israel ha estado tensa desde el incidente del pasado julio con amenazas de Hizbulá de llevar a cabo un ataque de venganza contra Israel.