Los narcotraficantes han inventado mil formas de ocultar drogas en los barcos para transportarlas por largas distancias. El blog especializado en crimen InSight Crime analizó algunas de las formas más populares y creativas que han utilizado los narcos.
Aunque parezca insólito, los narcos han escondido paquetes de droga en el compartimiento del ancla, un lugar al que pocas personas tienen acceso.
El conocido como método del torpedo ha gozado de gran popularidad entre los traficantes. Los grupos criminales han estado llenando tubos de fabricación casera (torpedos) con narcóticos, y atan dichos contenedores con cuerdas a la base de los cascos de los barcos, para poder cortar las cargas ilícitas en altamar si las autoridades se acercan mucho. Los buzos aprovechan el sistema de drenaje de un barco para adherir esos contenedores con ganchos, antes de trayectos transatlánticos de hasta 20 días de duración.
La cabina y maletas del capitán son algunos de los lugares más codiciados para esconder droga. Pero para poder lograrlo, se requiere de una corrupción importante.
Quizá una de las formas más comunes en que los traficantes han intentado pasar droga al exterior sea ocultándola entre objetos a bordo de contenedores, generalmente comida. Estos contenedores muchas veces incluso están ubicados en el depósito principal del barco o casco.
Como lo informó InSight Crime en 2020, los cargamentos de chatarra han planteado un problema mayúsculo para las autoridades porque los escáneres son incapaces de detectar cantidades pequeñas de narcóticos cuando están ocultas en grandes volúmenes de chatarra. Además, es difícil que los perros antinarcóticos puedan trabajar sin lastimarse entre tanta chatarra, entonces no son tan usados.
Dado el uso generalizado de esta técnica, la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito ha trabajado con la Organización Mundial de Aduanas para llevar a cabo un programa de control de contenedores a nivel mundial, en un intento por combatir estos métodos de tráfico.
Aunque se han descubierto en casos muy puntuales, los narcos también trafican droga en las chimeneas de los barcos. Este escondite se ha usado rara vez si se consideran los decomisos registrados, tal vez debido a las dificultades de los traficantes para acercarse a la chimenea de un buque sin ser detectados, y a la limitada cantidad de sustancias ilícitas que determinado grupo podría extraer allí.
Un método cada vez más popular entre los traficantes ha sido esconder los narcóticos bajo cubierta, dentro o adherido al casco sellado del barco. En muchas ocasiones, los grupos criminales emplean buzos para facilitar dichas operaciones.
Aunque es posible que estemos más acostumbrados a ver drogas ocultas en tanques de combustibles de automotores, los traficantes han replicado la táctica en los barcos.
Cuando no es posible el tráfico bajo la cubierta, los narcos ocultan la droga en los conductos de ventilación. Algunos grupos contratan a buzos para que suelden paquetes sellados de drogas en los conductos ubicados en los cascos de los buques cargueros.
En una jugada especialmente creativa, se ha conocido que los traficantes han ocultado narcóticos bajo los propulsores de buques transatlánticos. El uso de los propulsores de una nave con este fin es tal vez uno de los métodos más innovadores, aunque el menos registrado para el transporte de cargas ilícitas.