"Las personas en Cabo Delgado están atrapadas entre las fuerzas de seguridad de Mozambique, las milicias privadas que combaten junto con el Gobierno y el grupo opositor armado conocido a nivel local como Al Shabaab, ninguno de los cuales respeta el derecho a vivir y las leyes de la guerra", dijo el director regional de AI en África del Este y del Sur, Deprose Muchena.
Denunció que "los tres han cometido crímenes de guerra provocando centenares de muertes de civiles".
La organización defensora de derechos humanos llegó a esa conclusión tras analizar imágenes de satélites, fotos y datos de fuentes abiertas y también entrevistó a periodistas, trabajadores humanitarios y analistas internacionales.
"Los combatientes de Al Shabaab mataron deliberadamente a civiles, quemaron pueblos y ciudades y cometieron atrocidades usando machetes, incluidas numerosas decapitaciones y profanaciones de cadáveres", constató.
Muchas jóvenes dijeron que se fugaron por miedo a ser violadas, secuestradas o forzadas a un matrimonio con un islamista.
Mientras las fuerzas gubernamentales, según AI, "atacaron a civiles acusados de colaborar con Al Shabaab o apoyar a ese grupo".
La organización acusa a los militares y la policía de ejecuciones extrajudiciales, torturas, maltratos y mutilaciones.
Por su parte, la empresa privada Dyck Advisory Group, según 53 testigos entrevistados por AI, lanzó ataques indiscriminados contra civiles, hospitales, colegios y casas.
Desde 2017 los ataques de grupos armados provocaron la muerte de más de 2.000 personas en Cabo Delgado y provincias vecinas, según la ONU.
Más de 530.000 personas se desplazaron en busca de un refugio.